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domingo,
11 de
junio de
2006 |
Start up
Hotelería: sólo
por una noche
Eduardo Remolins
¿Se puede dormir en una habitación de 4 metros cuadrados? Se puede. Y no hace falta llegar a los famosos "hoteles cápsula" japoneses, tan parecidos a un nicho y no aptos para claustrofóbicos.
La versión moderada de los hoteles de mini-habitaciones son las cadenas como Easy Hotel, el mismo grupo dueño de la aerolínea de bajo costo Easy Jet.
Con sólo dos hoteles (todavía), en Londres y Ginebra, la empresa apuesta a captar al pasajero que sólo pasará una o dos noches en la ciudad y sólo tiene para pagar los "módicos" 29 euros que sale la habitación.
Eso si, sin servicio de mucama, aunque se puede contratar aparte por otros 10 euros diarios. No hay personal en recepción (se ingresa al hotel con una tarjeta electrónica), ni muebles o placares en el cuarto.
Ni siquiera hay shampoo o acondicionador. La habitación dispone de un moderno televisor de pantalla plana por el que se paga cinco euros extra si es que uno planea usarlo.
Para ahorrar dinero
Easy Hotel es la versión extrema de la cadena Formule 1, la que revolucionó el mercado de la hotelería económica a mediados de los ochenta.
Es el modelo de negocio que utilizan las aerolíneas de bajo costo, como la brasileña Gol, pero aplicado a los hoteles. Los creadores de la cadena Formule 1, el grupo francés Accor, son los mismos dueños del formato de hoteles de lujo Sofitel, uno de los cuáles se inaugurará en Rosario en 2007, junto con el casino.
Accor se dio cuenta en los ochenta que los viajeros de negocio (al menos los "gasoleros"), no requerían de restoranes o grandes salas en los hoteles en que se alojaban. Por el contrario, sí eran fanáticos de la limpieza, el silencio y la calidad de las camas en las que dormían. Los franceses les dieron exactamente eso. Y nada más.
Un sabor para cada paladar
¿Qué otras cosas son las que buscan los demás pasajeros? La lista podría ser infinita. Muchos turistas que llegan al país, por ejemplo, buscan darse un chapuzón de cultura local. En otras palabras: buscan tango.
Fue precisamente eso lo que les ofreció a los consumidores Casa Montserrat, un Bed & Breakfast ubicado en el barrio del mismo nombre de la ciudad de Buenos Aires.
Por 48 dólares diarios cada pasajero puede tomar sus clases diarias de tango, además de alojarse en un caserón de estilo español pero con comodidades modernas, como internet inalámbrica en toda la casa.
Y no hablemos de los hoteles "boutique", donde una noche puede salir arriba de 150 dólares, en un establecimiento con cocina de cuatro tenedores pero no más de 10 o 12 habitaciones, o de los hostels, donde se comparte la habitación y cada huésped se prepara su propia comida en la cocina.
Y finalmente, ¿podemos olvidarnos de los hoteles temáticos? En hotelería no todo es cinco estrellas. Hay lugar para todos.
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