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domingo,
11 de
junio de
2006 |
Una docente cesante
Soy una de esas tantas docentes que el 1 de junio quedé cesante luego de prestar mi servicios a la provincia durante tres años. Si bien en mi escuela quedó una vacante fue ocupada por una compañera que hacía dos meses que estaba cubriendo a un personal directivo, y yo que hacía tres años me quedé con las manos vacías por estar un lugar más abajo en el escalafón de suplencias. A veces pienso que ni al gobierno, ni a nadie le importa nada de los alumnos. Con el grupo que me estaba desempeñando estaba hacía un año y medio. Me pregunto: ¿quién le explica a esos chicos el motivo por el cual su "seño" ya no está?
Maricel Caniggia
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