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domingo,
11 de
junio de
2006 |
Fumadores
sin derechos
Es notable destacar cómo los fumadores hacen grandes esfuerzos para argumentar y justificar derechos que creen que les pertenecen. Dentro de un Estado de derecho hay derechos individuales y derechos colectivos, y a su vez unos de mayor y otros de menor jerarquía. Cuando colisionan derechos de igual jerarquía aparece lo que se denomina un conflicto de derechos. Pero en este caso no se da tal conflicto. Ciertos derechos son fundantes, básicos y necesarios para la realización de los demás. La vida y la salud son algunos de ellos. En un sano Estado de derecho nunca una adicción puede crear derechos y proteger algún bien jurídico, y menos aún imponerlos ante aquellos que no sufren la adicción, ya que el derecho que cree tener el fumador es un derecho originado de una actividad en ausencia de su libertad de elección y por ello sería vergonzoso que gozaran de un derecho nacido de semejantes circunstancias y que se lo equipare jerárquicamente a otros. Aunque falta mucho, la ley, con acierto, establece la prohibición de fumar en lugares cerrados de acceso público. Queda pendiente establecer un eficaz régimen sancionatorio.
Carlos Gustavo Ensinck
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