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sábado,
10 de
junio de
2006 |
Odontología se perfecciona mientras busca reforzar su perfil social
Preparan un congreso internacional. Será en el marco del 47º aniversario de la institución, entre el 6 y el 9 de julio
Matías Loja / La Capital
Al igual que sucede con muchas profesiones, a la hora de trazar un perfil académico de los estudiantes de la UNR, muchos elementos e imaginarios diferenciadores entran a jugar para distinguir la procedencia social de los alumnos de las distintas carreras.
El rendimiento académico, los costos de los materiales de estudios, la inserción laboral y el sistema de cursado son algunas de las piezas a tener en cuenta para bosquejar un esquema que permita describir el mundo universitario.
Y en este sentido, uno de los puntos más importantes a tener en cuenta es el relativo a la cuestión económica. Es que pese a las ayudas que los estudiantes reciben, fundamentalmente a través de los distintos planes de becas, existen carreras que pueden ser señaladas como caras.
Entre ellas, suelen mencionarse a la arquitectura y a la odontología, ya que los costos de los materiales de estudios suelen requerir en ambas de una fuerte inversión. Aunque al decir del decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Héctor Masía, esto no implica necesariamente que la procedencia de los estudiantes de la casa sean esencialmente de hogares de altos recursos.
"Yo creo que hoy, como ha habido un cambio sociopolítico económico en nuestro país a todo nivel, la universidad no es ajena a ello, y hoy ha variado ese concepto histórico del odontólogo", explica la autoridad de la facultad local, que se apresta por estos días a la realización de unas jornadas internacionales (ver aparte).
En los últimos años, y a diferencia de otras facultades, en Odontología se registra una merma en la cantidad de ingresantes, motivada tanto por los problemas en cuanto a la inserción laboral en el mercado de trabajo futuro, como por la caracterización de esta como carrera "cara".
Al respecto, el decano Masía comenta que "hoy la realidad profesional, como en otras, muestra una inserción laboral que cuesta. Y también es cierto que somos una carrera cara, pero esto es porque a medida que vamos cursando vamos comprando instrumentos y materiales que después usamos en el consultorio, mobiliario indispensable para poder ejercer la profesión".
Elevada graduación
Es que a la hora de trazar un perfil académico de los estudiantes de la UNR, sin duda alguna los pertenecientes a Odontología presentan datos interesantes de ser analizados. En este sentido, puede destacarse que la Facultad de la UNR tiene el promedio más elevado de graduación en la relación ingreso-egreso, al punto que mientras que la tasa de egreso general de la universidad es del 22 por ciento (según datos de 2004), en Odontología esa cifra se eleva al 61,96 por ciento, lo que convierte a esta casa de altos estudios en una de las mejores en cuanto a su rendimiento académico.
Pero a la par de este dato, también es importante destacar que, a diferencia de otras facultades, en Odontología son pocos los alumnos que realizan alguna actividad laboral (sólo un 13 por ciento de sus estudiantes, por debajo del 30 por ciento del promedio total de la universidad).
Al respecto, Masía explica que esta baja cantidad de personas que estudia y trabaja se debe, más que a la procedencia social de sus alumnos, a las características del cursado de las materias. "Tiene que ver con el rango económico, pero también con que nosotros tenemos muchísimas horas de cursado, de lunes a viernes, en las que los alumnos tienen que estar todo el día dentro de la facultad, porque nuestro cursado es distinto a otros", explica Masía, y agrega que "nosotros cursamos, estudiamos y tenemos los prácticos en el mismo ámbito. Y esa dinámica y practicidad, que hace que cueste mucho tener un ejercicio laboral aparte, también te permite tener un mejor rendimiento académico".
Sin embargo, históricamente el ejercicio de la profesión del odontólogo estuvo ligado a un perfil individualista, desconectado muchas veces de la realidad social de otros sectores que también necesitaban de la atención de este tipo de profesionales.
Al menos esta es la lectura que hace el profesor Eduardo Williams, de la cátedra de odontología social IV, quien agrega que el punto de inflexión para la transformación de este perfil se dio hace 20 años, con el cambio del plan de estudios de la carrera.
"Desde el cambio del plan de estudios del año •86 incorporamos una concepción totalmente distinta en la facultad, ya que hasta entonces había una programación tendiendo a la restauración de la salud, no a la prevención", comenta Williams, y dice que esta nueva orientación hacia lo preventivo estaba ligada a materias que incorporaban la problemática social.
Trabajo comunitario
"Estas nuevas asignaturas fueron formando un futuro odontólogo con un criterio distinto al que tenían los planes anteriores, que eran muy individualistas, porque apuntaban a un sector de la sociedad, a la formación del odontólogo para atender a una elite determinada, y nosotros pensábamos que teníamos que ampliar mucho más el campo de acción de la odontología", detalla el docente de la facultad rosarina.
Pero Williams acompaña esta lectura de la realidad con una acción directa sobre los sectores más postergados de la sociedad, y por ello desde el año 98, junto a un grupo de alumnos y docentes de la casa realizan el "Programa de mantenimiento de la salud y calidad de vida" en varias provincias del norte argentino, en donde trabajan con lo pobladores del lugar acerca de la prevención y educación en la salud bucal.
El docente explica que si bien en el primer año de esta experiencia el grupo de participantes de este programa fue de alrededor de 30 personas, "la experiencia fue tan extraordinaria que cuando estos estudiantes volvieron y los docentes se empezaron a entusiasmar con esta problemática distinta, esto generó que al año siguiente cuando volvíamos a repetir la experiencia ya nos desbordaban en la cantidad de alumnos que querían ser parte de esta experiencia", dice Williams, al punto que el año pasado, en un recorrido por Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Entre Ríos, fueron cerca de 140 alumnos que participaron de la iniciativa.
"Yo creo que esto va produciendo una sensibilidad que va modificando el accionar de los futuros odontólogos. Eso es lo que venimos sintiendo después de hacer durante tantos años esta experiencia, con alumnos que hoy nos requieren que los orientemos en la formación de un programa para la comunidad", dice el docente responsable de la cátedra social de Odontología.
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Desde la facultad de la UNR quieren formar profesionales comprometidos con el medio.
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