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 domingo, 28 de mayo de 2006  
Teatralizaciones religiosas
Todos los años se realiza en Campobasso la fiesta del Corpus Domini con el típico desfile de carrozas

Miguel Angel Lanese

En la ciudad de Campobasso, capital de la italiana región del Molise, enormes estructuras de imaginación y belleza desfilan para festejar el Corpus Domini. Esta tradición popular nació durante la Edad Media en muchas regiones de Italia (Veneto, Toscana, Lazio y Umbría entre otras) y en otros países europeos como Francia, España, Alemania, alentadas por la iglesia que las utilizó para atraer la atención del pueblo, en su mayoría analfabeto, con el fin de imponer valores morales.

Estas teatralizaciones religiosas se fueron despegando de la lengua latina, alejándose de la iglesia, y popularizando en las plazas con la incorporación de las lenguas vulgares que se unieron al festejo, sumándole temas puramente humanísticos.

En Italia este fenómeno fue rápido ya que con el desarrollo de las cortes renacentistas se exaltaron los efectos escénicos. Esa irrupción permitió el ingreso de elementos paganos, condenados por las autoridades eclesiásticas por demasiado vulgares e inconvenientes .

En el Molise, el sínodo diocesano de Bojano, de 1629, le encomienda a tres hermandades: la de los trinitarios, de los cruzados y de San Antonio Abad, la preparación y el cuidado anual de los "ingenios" llamados así por la fantasía e inteligencia en la idea y las disposiciones de los personajes. También se los llamó "misterios" por su significado de función simbólica.

Fue en el año 1740 cuando un famoso escultor campobassano de nombre Pablo Saverio Di Zinno (1718-1781) volvió fijo a los misterios, adquiriendo forma personal e imprimiéndole arte al espectáculo, haciéndolos únicos a nivel nacional e internacional.

Di Zinno compuso grupos escenográficos armónicos y bellos, ordenó los personajes en diversos niveles de altura sin pisos intermedios de apoyo, sobre sutiles hilos de una liga de hierro y acero, que reciben vida y ropajes cada año al acomodar en sus arneces hombres, mujeres y niños con vistosos trajes.

Construyó 13 carrozas cuyas réplicas son aún hoy llevadas sobre los hombros de 200 hombres. Las imágenes reproducen escenas y dramatizaciones religiosas, que en Italia central se remontan al 1200 y en esa tradición eran denominadas "lauda".

Las carrozas toman la historia de santos como Isidro, un campesino que hizo brotar agua fresca de una piedra al golpearla con su bastón. El segundo misterio que representan refiere a un noble italiano, San Crispino, que dejó Roma para ir a Francia, donde los cristianos eran perseguidos. Allí se dedicó a ser zapatero hasta que tuvo la visión de tres ángeles que le anunciaron su martirio. Le siguen San Gennaro, Abramo, María Magdalena con San Rassimino y los patronos de los animales, San Antonio Abate, y el protector de los presos, San Leonardo; además de la Inmacolata Concezione, el arcángel Gabriel y San Nicola, protector de navegantes, mercaderes y niños; o el Sagrado Corazón de Jesús.

El terremoto de 1805 destrozó muchas carrozas y perdió la del Santísimo Corazón de Jesús, por lo que tuvo que desfilarse durante muchos años con solo 12, hasta que en 1959 se reconstruyó la perdida.

Todos los años la ciudad se engalana para recibir el avance rápido y cadencioso de las carrozas, conocidas como "las máquinas". Dicen los del lugar que si algún año no se realiza la procesión, se la llevaría Nápole, por lo cual el festejo no se suspende por mal tiempo.

Actualmente las carrozas son propiedad de la administración comunal de Campobasso, por ley 1089 de 1939. Los "misterios" o "ngign" (palabra que en dialecto molisano hace alusión al ingenio humano) es uno más de los atractivos de esta ignota pero apasionante región del Molise, rica en tradiciones, que se ubica a 225 kilómetros de Roma, cercana al Adriático y enclavada en el macizo apenínico.
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La tradición popular del paso de las estructuras.

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