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domingo,
28 de
mayo de
2006 |
Un Borges de carne y hueso
El investigador inglés Edwin Williamson propone redescubrir aspectos velados del escritor en una biografía
Una lectura minuciosa de la obra de Jorge Luis Borges entrecruzada con un registro detallado de su vida es el eje de la monumental biografía sobre el autor de "El Aleph", escrita por el investigador inglés Edwin Williamson, que acaba de aparecer en la Argentina en su versión castellana.
El investigador británico reordena y profundiza episodios ya conocidos de la vida de Borges para poner en foco aspectos de su personalidad que habían quedado opacados por la leyenda viviente en que se convirtió el escritor cuando le llegó el reconocimiento internacional después de cumplir 60 años.
"Mi libro es un intento de ofrecer, solamente ofrecer, una interpretación sobre la vida y la obra de Borges y la relación entre ambas. Lo más importante para mí fue situarlo en su contexto argentino histórico-personal pero con la finalidad de estimular nuevas lecturas", dijo Williamson en una entrevista telefónica con la agencia Télam.
"Me pareció un proyecto interesante tratar de situar a Borges en un contexto argentino porque, claro, tenía fama de ser un escritor muy cosmopolita. Fue una especie de reto tratar de contextualizar a Borges y ver cómo el hecho de ser argentino había influido en sus escritos", apuntó el biógrafo.
Titular de la Cátedra de Estudios Hispánicos de la Universidad de Oxford y miembro del Exeter College, el investigador británico tardó nueve años en completar esta biografía recién publicada por Seix Barral.
Al invertir los claroscuros de la imagen borgeana, la cristalizada caracterización del escritor como un "hombre sin vida: un manso bibliófilo que vivía ensimismado, casi fuera del tiempo, encerrado en una biblioteca total", como describe el propio Williamson en el prólogo, descubre a un Borges de carne y hueso más alejado de la leyenda.
Williamson trató de hacer un análisis cronológico "muy minucioso" para descubrir algunas tendencias en los textos borgeanos que pudieran arrojar luz sobre su vida. "Pude ver que había una relación bastante estrecha. Claro que no de forma directa", dijo.
"Me llamó la atención descubrir a un Borges apasionado en su juventud, muy de vanguardia, criollista, involucrado en la política. Un Borges muy distinto al que se conoció luego internacionalmente -resaltó el biógrafo-. Y pensé que había sufrido alguna crisis personal importante para tratar de explicar este cambio tan profundo".
En ese sentido, "hablando con algunos allegados me di cuenta que se trataba de una decepción amorosa. Esta explicación cuadraba con lo que Borges dijo en una entrevista que le hicieron en agosto de 1970: «Yo creo que como me pasé la vida pensando en mujeres, al escribir he tratado de pensar en otra cosa ¿no?»".
Entre otras mujeres que ocuparon un lugar en el corazón de Borges, el biógrafo presta particular atención al papel jugado por la escritora Norah Lange.
"Sospechaba de un fuerte desengaño amoroso en los años 20, algo que corroboré con el testimonio de algunas personas que estuvieron cerca de Borges (como Estela Canto y Adolfo Bioy Casares). Y también con alusiones crípticas y el análisis de ciertas claves autobiográficas en su escritura", puntualizó el investigador.
Aunque lejos de intentar una explicación psicoanalítica, Williamson sitúa también ciertos símbolos poéticos de Borges "en un contexto de experiencia personal para así llegar a una mejor comprensión de la dinámica de ese mundo interno y su evolución en el transcurso de la vida".
"Tuve que releer detenidamente varias veces los escritos de Borges, por ejemplo para extraer símbolos muy conocidos de su literatura pero en un contexto más personal, que me fascinó. La espada, el puñal, el tigre, los espejos, el laberinto, son símbolos claves y yo lo que quise hacer es -sin restarles su valor poético o metafísico-, tratar de situarlos en un contexto humano", subrayó.
Williamson, entre otros temas, ahonda en la intención de suicidio de Borges, real o literaria, que devino luego del fracaso de su relación con la escritora Norah Lange. Un tema desarrollado al comienzo de la tercera parte de la biografía titulada "Una temporada en el infierno", que abarca el decenio 1934-1944.
"Esa idea en Borges se remonta a 1934 cuando rompe el vínculo con Norah. Por ese entonces ella refuerza su relación con el poeta Oliverio Girondo y Borges sufre una crisis personal muy seria que lo habría llevado a la tentación del suicidio", sintetizó el biógrafo.
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Fotos
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Jorge Luis Borges, cuando era un niño y ya soñaba con escribir.
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