Talento y rigor

Gustavo Carabajal es un arquitecto talentoso, muy riguroso y sólido en lo que dice y hace. Es preciso en la construcción y la composición de la arquitectura. Tiene una cantidad enorme de recursos en relación al arte en general. Trabaja con los alumnos desde y hacia los elementos mismos de la arquitectura, desde el inicio de los ejercicios. Intenta no pedirles a los alumnos más de lo que saben. Trabaja fundamentalmente sobre las herramientas que tienen, encontrando el sentido del proyecto en el modo de componerlas.

Esto lo fortalece y genera como resultado unos objetos arquitectónicos de mucha precisión.

En el caso del workshop del museo-puente de la Academia en Venecia, los alumnos se preguntaban qué es un museo, si Venecia necesitaba un museo o era en sí misma un museo, qué es un puente, qué cosas está uniendo la Academia con la iglesia, qué significa esto, en definitiva cuál es el "problema" que se está planteando en el concurso, cuáles son los argumentos que alimentan una hipótesis de trabajo, qué es lo que puede decir el proyecto más allá de la supuestamente clara significación de las palabras puente o museo.

Algunos incluso han planteado la hipótesis del anti-museo, un lugar para ver las señoras barriendo la vereda, las ropas colgadas en la soga, un perro; otros planteaban la desaparición total del puente y la vinculación a través del agua, haciendo el traguetto; otros construyeron un recorrido por los techos de Venecia, como dándole la única mirada que le faltaba; otros, habían llegado a la conclusión de que no hacía falta hacer nada.

Seguramente los docentes debemos trabajar mucho más para darles a los alumnos los suficientes elementos de arquitectura para que construyan semejantes reflexiones, y es aquí donde creo que se debe aprovechar el debate que nos aporta un arquitecto como Carabajal.

Por Ana Valderrama

Docente del taller Galli y asistente a un workshop en el Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia, junto a Gustavo Carabajal y Sergio Ruggiero