Furia, descontrol y caos tras la derrota de Newell's

Hubo destrozos, robos, detenidos y heridos

En la madrugada del viernes el parque Independencia fue escenario de un desborde sin precedente que terminó con destrozos, robos, detenidos y 15 policías heridos. También resultaron afectados el edificio de Tribunales y los refugios para ómnibus sobre avenida Pellegrini. Los incidentes fuera de la cancha se desataron cuando finalizó el partido entre Newell's y Vélez, después de que el operativo policial impidió el choque casi cantado entre hinchas de ambos bandos.

El silbato final, la derrota y la peor forma de enfrentarla, el desenfreno. Así sintetizaron los testigos la secuencia de los hechos que dejaron su marca de violencia y destrucción en distintos sectores de ese paseo público. Según fuentes policiales, un centenar de hinchas de Newell's perdió el control después de que los simpatizantes de Vélez dejaron la ciudad. "Sacamos sin problemas a los 27 micros visitantes, además de utilitarios y automóviles que llegaron desde Buenos Aires", aseguraron.

En opinión de las fuerzas de seguridad, ese fue justamente el disparador del desborde. "Al no poder enfrentarse a los hinchas del Fortín, descargaron su violencia tirando piedras contra la policía y destrozando las instalaciones del Parque", explicaron. Ayer los 12 detenidos, mayores y menores, residentes en el centro y macrocentro de la ciudad, ya habían recuperado la libertad.

La peor parte la llevaron dos de los quince policías alcanzados por las piedras que quedaron inconscientes y si bien ya dejaron el centro de emergencias, deberán continuar con exámenes médicos. La ola de destrozos incluyó a ocho patrulleros con vidrios, chapas y ópticas destruidas.

En el parque Independencia los principales blancos fueron la oficina de Turismo, el destacamento policial Nº 27, los botes del lago, los cestos de residuos, el palomar y los bancos del Jardín Francés que utilizaron para armarse de piedras transformadas en proyectiles. El lugar amaneció sembrado de botellas de plásticos, cajas de tetra break, bolsitas de plásticos y excrementos, entre otras cosas.


Turba descontrolada
Según relató Salomón Garbulsky, director del parque Independencia, la turba arremetió contra la oficina de Turismo, rompiendo los vidrios y violentando las puertas. Del lugar desapareció un fax, una radio, un handy con su cargador y una cámara fotográfica, además de revisar cajones y escritorios. "Nos llama la atención porque nunca tuvimos episodios de violencia, ni aún en los clásicos", comentó.

Los botes del laguito fueron otro objetivo de la violencia. "Desataron todos los botes y los llevaron del otro lado del puente, y los encontramos sucios y embarrados", explicó Edilberto Vera, un trabajador de la Asociación Amigos del parque Independencia. También rompieron tablas del amarradero para soltar las lanchas.

Por su parte, Adrián D'Alessandro, portavoz de la Asociación de Amigos del Parque, adelantó que si bien lo primero fue poner en orden, limpiar y arreglar los destrozos, en los próximos días harán presentaciones legales por los daños sufridos. "Sí, pensamos que Newell`s tiene que responder por los gastos".

Otro de los sitios atacados con piedras fue el destacamento policial Nº 27 que desde hace dos años funciona en el predio del Parque. En ese hecho resultaron con lesiones tres policías que además de los piedrazos fueron atacados a golpes de puño por unas cuarenta personas.

"Me avisaron que viniera a ver porque habían comenzado los destrozos", relató D'Alessandro. Y dijo que los atacantes arremetieron contra el vallado policial arrojando piedras a los policías, algunos de los cuales cayeron desmayados. El itinerario de violencia siguió por las embarcaciones, dos de las cuales resultaron hundidas. Además de los bancos del Jardín Francés, para obtener piedras también rompieron tapas de bocas de tormenta.


Resultados positivos
Según explicó la policía (ver página 2), el operativo para el partido dio resultado positivo ya que logró sacar de la ciudad a la parcialidad visitante sin que pudieran cruzarse con la hinchada local, tal como hacían prever los incidentes registrados durante el partido. Del control participaron 600 y 150 agentes, en calidad de servicio adicional y ordinario.

Una oficina municipal en el Parque, blanco de los disturbios.