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 sábado, 22 de abril de 2006  
Polémica. La postura del purpurado contrasta con la del Papa Benedicto XVI, impulsor de la abstinencia como prevención
Un cardenal italiano aprueba el uso de preservativos para evitar el sida
Carlo María Martini acepta que solteros adopten niños y que mujeres sin pareja se implanten embriones

El influyente cardenal católico italiano Carlo Maria Martini aseguró que ve permisible que la gente utilice preservativos para protegerse del contagio del sida. La expresión del religioso, publicada ayer en el semanario romano L'Espresso, va en contra de la doctrina oficial del Vaticano, por lo que se estima que desatará una fuerte polémica.

Martini también expresó que está de acuerdo en que padres solteros adopten un niño o que mujeres sin pareja se implanten embriones que de otro modo serían destruidos. El cardenal, de 79 años -retirado arzobispo de Milán- es considerado uno de los máximos exponentes del ala liberal de la Iglesia Católica y sonó como "papable" en el cónclave del año pasado, tras la muerte de Juan Pablo II.

En un coloquio con el bioético italiano Ignazio Marino publicado por el periódico, el importante miembro del colegio cardenalicio consideró que "es necesario hacer todo lo posible para combatir el sida". Afirmó que "el uso del preservativo puede constituir en algunas situaciones el mal menor".

Sin embargo, el prelado advirtió que una cosa es aceptar el mal menor en dichos casos y otra muy distinta que la Iglesia promueva el uso de condones.

También explicó que "el esposo aquejado de sida está obligado a proteger a su pareja y éste también debe poder protegerse". Asimismo, el cardenal consideró que "la cuestión es ver si conviene que sean las autoridades religiosas las que publiciten ese medio de defensa, casi considerando que los demás medios moralmente sostenibles -incluida la abstinencia- sean colocados en segundo plano, mientras se arriesga a promover un comportamiento irresponsable".

"Creo que la prudencia y la consideración de las diversas situaciones locales permitirá a cada uno -Iglesia y autoridades- contribuir eficazmente en la lucha contra el sida sin favorecer con ello los comportamientos no responsables", indicó el purpurado.

La posición de Martini contrasta con la del Papa Benedicto XVI, quien dijo a una delegación de obispos africanos que la abstinencia era "el único medio infalible para prevenir la expansión del HIV".

La oposición al uso de condones ha sido fuertemente criticada por sacerdotes que actúan en Africa, donde millones de personas están infectadas por el virus.

Ignazio Marino, director del Centro de transplantes del Jefferson Medical College de Filadelfia y Martini, un especialista en Sagradas Escrituras y que vive ahora en Jerusalén, abordó también temas como la eutanasia, el aborto o la adopción. El cardenal explicó que, según su punto de vista, la vida comienza "no inmediatamente en la concepción sino después" y aprueba el uso de "ovocitos en el estado de dos pronúcleos", pues en este estado "no existe un signo definido que muestre la existencia de vida humana. No es un embrión aún y por lo tanto puede ser manipulado sin ningún tipo de objeción moral".

El religioso no concedió aperturas al uso de las células estaminales para la investigación porque, dijo, "no considero necesario crear embriones con el objetivo de producir células estaminales" ya que "han sido elaborados métodos alternativos que no ponen problemas de conciencia".

Sobre este tema, debido a que en Italia se prohibió la investigación sobre células estaminales y existen muchas células embrionales congeladas, el cardenal se mostró "prudente" ante la adopción de estas células por parte de mujeres solteras pero explicó que sería "una mejor opción que la simple destrucción".

"Ante la falta de una familia, compuesta por un hombre y una mujer que tengan sabiduría y madurez, otras personas, al límite también los solteros, podrían dar algunas garantías esenciales", agregó el cardenal abriendo la posibilidad de adopción a los solteros.

En cuanto a la eutanasia, el purpurado aseguró que si bien no se podrá aprobar nunca esta práctica tampoco se puede "condenar a las personas que realizan este acto cuando otra persona disminuida se lo pide por razones puramente altruistas", al tiempo que exigió el mismo respeto para las "personas que siguen a su conciencia en estos casos extremos".

En el tema del aborto, el cardenal Martini también exigió antes que nada el respeto por la decisión de las personas. "Creo que la persona debe ser respetada, sobre todo cuando después de mucha reflexión y sufrimiento, en estos casos extremos sigue su conciencia, incluso si decide alguna cosa que yo no puedo aprobar", apuntó.
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El cardenal italiano fue considerado papable en el último cónclave.

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