"Se gastó mucho en capacitación, pero fue plata tirada"

Para Stanoevich lo invertido no resultó ni eficiente ni eficaz y "los docentes estaban enfermos de cursos"

La implementación de la reforma educativa en todos los niveles y jurisdicciones fue acompañada por un fuerte plan de capacitación de los docentes. Esta es quizás una de las grandes marcas de la reforma: la cantidad de cursos y cursillos que inundaron el ámbito de las escuelas. Un capítulo aparte merecen la terminología y las siglas (muchas hasta hoy son indescifrables) rebuscadas que surgieron para darle un toque de distinción a los cambios.

Para María Rosa Stanoevich no hay dudas en pensar que cualquier cambio que se planee ahora necesitará de docentes capacitados. Pero también es muy crítica de los planes que en esta materia se aplicaron en los noventa.

"En el primer período de la aplicación de la ley federal se gastó mucha plata en capacitación, pero yo digo que fue plata tirada, porque no fue una capacitación eficiente ni eficaz".

Según analiza, en ese momento había mucha desinformación y se pensaba que se perderían puestos de trabajo, por eso creció en los docentes el afán por capacitarse para no quedar afuera de los cambios: "Curso que había... curso que los docentes hacían; estaban un poco enfermos de glotonería de tomar cursos y cursos que no terminaban de digerir, no porque no supieran hacerlo, sino porque eran un cúmulo increíble de información".

Para la diputada justicialista, así como antes los educadores estaban ansiosos por actualizarse, "ahora están enfermos por enseñar". "Hoy -dice- quieren enseñar y mucho, pero en realidad tenemos que tratar de que los chicos aprendan sin enseñar tanto, porque de lo contrario los alumnos reciben también un cúmulo de información que tampoco pueden procesar".

Para Stanoevich en ese sentido, un buen parámetro a tener en cuenta es el que rigió hace muchos años: "En mi época de alumna no había tantos contenidos como hoy, sino los básicos para formar a una persona".