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miércoles,
19 de
abril de
2006 |
La medición del infarto
El intérprete le pegó duro al concepto actual de TV
"La televisión no me interesa más", dispara Gustavo Garzón cuando se le recuerda sus buenos viejos tiempos en que escribía, producía y protagonizaba ciclos de culto en la pantalla chica. Son los casos de "Señoras y señores" y "Casa natal", en donde se podía animar a más en lo artístico sin mirar de reojo la medición de audiencia minuto a minuto. "El rating devora cualquier buena intención. Antes la tele no era tan feroz y se podía hacer otra cosa. Ahora si no tenés éxito es como un infarto, y no me quiero infartar. Se busca mucho la efectividad, se trabaja con el morbo. Por ejemplo, "Mujeres asesinas" es un buen producto pero no me gusta ver un asesinato todas las noches", se despachó y de paso le pegó duro al programa de Pol-Ka, que ya va por su segunda temporada en Canal 3.
El actor analizó también el momento que vivió en "Una familia especial". "Fue un fracaso, si todo se mide por rating", indicó.
Garzón destacó que: "El rating transforma todo lo malo en bueno. Nadie le va a criticar nada a Susana o a Tinelli porque tienen éxito. Pero cuando alguien fracasa enseguida te quitan la alfombra roja. Por ejemplo, ahora Repetto es un tarado porque no mide bien y de Moria Casán dicen que es buena actriz sólo porque es sinónimo de rating". El intérprete, quien debutó en la telenovela "Aprender a vivir" en 1991, dijo que pese a todo no reniega de la tele. "Gracias a la televisión mantengo a mis hijos e hice mi casa. Pero desde "Los machos" empecé a trabajar en la comedia adulta, y mi objetivo es seguir actuando con la mayor dignidad posible", concluyó.
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