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 sábado, 15 de abril de 2006  
Los japoneses lloran para combatir el estrés
En el país de la sonrisa está de moda el llanto como terapia para lograr la relajación. Boom de las lágrimas

Ultimamente, cuando los japoneses estresados se quieren relajar de verdad, hay muchos que se largan a llorar. En el país de la sonrisa, el llorar como terapia contra el estrés es un tema que está dando que hablar. Incluso hay seminarios donde se practica el llanto, para que luego uno se sienta mejor. También los periódicos recomiendan a sus lectores llorar más a menudo. "Llorar le proporciona el mejor éxtasis que haya tenido", señaló la revista mensual Dakapo.

La nueva tendencia puede causar sorpresa, siendo que la sociedad de Japón es conocida por prestar atención a las formas y subrayar la armonía, mostrando sentimientos en contadas ocasiones.

Muchos explican el boom de las lágrimas con los desgarradores melodramas televisivos de Corea del Sur, que hace unos años gozan de un enorme éxito en Japón. Su público son principalmente mujeres niponas de mediana edad, que hasta ahora no conocían dramas de tanta carga emocional en su propio país. En el interín, también hay productores japoneses de cine y televisión que realizan obras para el corazón.

Pero el boom Corea no es la única explicación para la nueva preferencia de los japoneses por las lágrimas. También está la necesidad de expresar sentimientos en una rutina que, si no, suele estar carente de emociones.

Recientemente, un informe de unos 1.800 encuestados dijo que tras un fuerte llanto las personas se han sentido aliviadas. "Cuando en mí se expande el agotamiento, me digo «vamos, ahora lloremos un poco»", indicó Yasushi Kamata. Este gerente de internet de 39 años tiene una página web con la consigna "vamos a llorar". Para que fluyan las lágrimas, sugiere mirar con regularidad películas conmovedoras.

En el barrio Shibuya de Tokio, la cadena de alquiler de videos Tsutaya instaló una sección extra de cintas apropiadas para que la gente llore.

Diarios como el Mainichi Shimbun también les recomiendan a sus lectores llorar mucho alguna vez, al considerar que eso le aporta a uno casi la misma sensación refrescante que un entrenamiento deportivo. "La gente empezó a distinguir el significado del llorar cuando sufrieron por la dura competencia en la sociedad nipona", señaló el experto Shinichi Yoshino.

En los años 90, cuando Japón estaba en recesión, fue al revés. Entonces se decía que los japoneses tenían que aprender a sonreír y mirar a sus clientes a los ojos. Las empresas mandaban a sus empleados a hacer cursos para sonreír, en los que tenían que morder palitos o sujetar tensores de plástico en la boca. Tal vez eso le causó lágrimas a más de uno, pero de risa. (DPA)
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