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 miércoles, 12 de abril de 2006  
Obesidad y nutrición
"El 50% de los argentinos está excedido de peso"
Lo afirmó un endocrinólogo de la Universidad de Buenos Aires

¡Qué paradoja! En un país donde el 50% de la población está por debajo de la línea de pobreza, un porcentaje similar es obeso. En estas cifras se mezcla la población de diferentes niveles socioeconómicos, porque también entre quienes tienen necesidades básicas insatisfechas hay gorditos. ¿A qué se debe? A que la comida que se destina a los más pobres es tan rica en grasas y harinas como las que se ingieren en los sectores de mayor poder adquisitivo. Fernando Escobar, médico endocrinólogo de la Universidad de Buenos Aires y ex presidente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (Saota), disertó en Rosario sobre el alarmante crecimiento de la obesidad en Argentina y los efectos en la salud. La conferencia fue organizada por la Sociedad de Hipertensión Arterial.

"No se puede seguir considerando a la obesidad como una cuestión estética cuando ya llevamos casi 20 años observando los efectos negativos que causa en el organismo", subrayó Escobar a La Capital

Actualmente en Estados Unidos el 65% de la población es obesa o con sobrepeso y se calcula que si sigue esta tendencia, en 20 años alcanzaría al 100%. Lo preocupante es que en nuestro país se observa la misma tendencia.

Los pocos trabajos efectuados en diferentes ciudades del país arroja valores similares al resto del mundo occidental. "Entre sobrepeso y obesidad estamos alrededor del 50 ó 60%. La diferencia es que en Estados Unidos se ven más obesos mórbidos y en Argentina más sobrepeso", aclaró Escobar.

La Sociedad de Hipertensión efectuó un estudio sobre 400 personas en la localidad de Casilda y demostró que el 60% de quienes tienen entre 45 y 65 años son obesos, y se trata del grupo poblacional que mayores infartos sufre. "Esto demuestra que existe una relación directa entre la obesidad y la hipertensión", señaló Carlos Albinoli, cardiólogo y presidente de la Sociedad de Hipertensión Arterial de Rosario.


¿Cuándo hay sobrepeso?
El sobrepeso se calcula en relación al índice de masa corporal, que es el resultado del peso dividido la talla al cuadrado (p/t2). Si ese valor da entre 25 y 18 se considera que la persona tiene un peso normal. Si da menos de 18, estaría por debajo de lo normal. A su vez, si el resultado está entre 25 y 30 se considera sobrepeso y más de 30 obeso.

El obeso se clasifica en tres tipos: 1 (de 30 a 35), 2 (35 a 40) y 3 (más de 40). Este último es el obeso mórbido, que más incidencia de otras patologías tiene. De hecho, la obesidad multiplica por dos la incidencia de enfermedad cardiovascular. Además, el 50% de las personas obesas son hipertensas y el total de hipertensos tiene insulino resistencia, las exigencias al organismo son mayores, se alteran las arterias, el funcionamiento de los órganos y también influye en los huesos.

Actualmente las cifras de presión óptima van entre 12 y 8. Teniendo en cuenta estos números, un 35% de la población es hipertensa en nuestro país, aunque se cree que las cifras son mayores porque sólo la mitad lo sabe y únicamente el 10% está en tratamiento. A la hipertensión se la llama la enfermedad silenciosa, porque cuando da síntomas ya es grave. Pero "no hay que esperar a que duela, sino pedir al médico que mida la presión arterial", recomendó Albinoli.

Otra forma de saber si una persona es obesa es midiendo el perímetro de la cintura, porque la grasa acumulada en la zona abdominal es la que se asocia a mayor índice de hipertensión, insulino resistencia, diabetes y mayor índice de muerte por infarto.

Los parámetros normales son 94 cm para el varón y 80 para la mujer. Aquellos que al medir su cintura obtienen cifras mayores tiene exceso de grasa abdominal. El peligro de esta grasa es que libera ácidos grasos que van directamente al hígado y allí generan la insulino resistencia. También liberan otras sustancias que dañan la capa interna de las arterias. Esta es una de las causas que llevan a la arterioesclerosis, al accidente cerebrovascular y al infarto.

Muy distinta es la llamada obesidad ginoide, la que tienen las mujeres en la zona glúteo femoral. Esta no es maligna sino protectora. Es la grasa que el organismo va a utilizar para llevar adelante los embarazos y las lactaciones.


Todo puede cambiar
Para modificar la tendencia creciente a la obesidad, las claves son modificar la alimentación e incorporar la actividad física. El doctor Escobar explicó que el ser humano primitivo vivía de la caza y de la recolección de frutos, dos tareas que lo obligaban a desplazarse y caminar, situación totalmente diferente a la que vive hoy donde con sólo levantar el tubo del teléfono traen la comida a domicilio.

Además, cambiaron los alimentos. Hoy lo que se ingiere son productos industrializados y más ricos en grasa que lo que comía el hombre recolector. "El organismo tiene poca capacidad de saciedad y no está preparado para digerir grasas e hidratos de carbono. De hecho, en la naturaleza no hay árboles de alfajores...", dijo finalmente el experto.
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