Ortega cruzó la cordillera

En el universo de Ariel Ortega todo puede pasar. Nada está confirmado ni mucho menos sobreentendido. Su personalidad es tan cambiante que es capaz de sorprender tanto con su ausencia como con su presencia.

El lunes a la tarde, más precisamente a las 16.10, hora en el que el plantel partió hacia esta ciudad, Ortega no viajó con el grupo porque, según trascendió, Pumpido lo había desafectado por una gastroenterocolitis. Ayer por la tarde, casi a la misma hora, el Burrito estaba viajando en un avión privado para sumarse al grupo en tierras trasandinas. Llegó al hotel Hyatt, lugar de concentración del plantel, junto a dos colaboradores a las 18.05 (hora chilena) y apenas traspasó la puerta fue recibido por el gerente deportivo rojinegro, Marcelo Oyarzún, y Carlos Lanzilotta, dirigente a cargo del plantel.

El Burrito subió inmediatamente a la habitación que tenía preparada para dejar sus pertenencias y luego participó de la charla técnica junto a sus compañeros.

El viaje relámpago del jujeño hizo pensar que anoche iba a integrar, al menos, el banco de suplentes, pero al final fue sólo un acto de presencia para seguir de cerca a sus compañeros en la difícil misión de dar un paso más en la búsqueda de la clasificación hacia la siguiente fase.

Cuando los medios chilenos se encontraron en el estadio con la noticia de la presencia de Ortega junto al plantel, inmediatamente fueron en busca de Pumpido y Oyarzún, quienes estaban afuera del vestuario, para saber si iba a estar en el equipo. La respuesta fue que aún no estaba confirmada la formación titular, dejando un manto de duda sobre la posibilidad de que pudiera jugar.

Finalmente, el jugador vio el encuentro junto a Scocco detrás de un cartel publicitario.

Lo que está claro es que Ortega viajará a Córdoba y de no surgir inconvenientes será de la partida el viernes ante los cordobeses.