Kirchner felicitó al ganador por adelantado

El presidente espera que con la centroizquierda en el poder mejoren las deterioradas relaciones bilaterales

Buenos Aires. - El presidente Néstor Kirchner felicitó ayer por anticipado al dirigente de centroizquierda Romano Prodi "por el triunfo obtenido" en las elecciones italianas, que le permitirá al ex mandatario de ese país europeo formar gobierno y desalojar del poder a Silvio Berlusconi.

Al adelantarse a los resultados finales, Kirchner dejó en claro su preferencia por Prodi, sobre todo a partir de una de las peores etapas -la actual- de las relaciones bilaterales entre Buenos Aires y Roma.

"Respecto a Italia, hay que esperar", dijo Kirchner a sus colaboradores meses atrás, al referirse a la deteriorada relación bilateral y a su deseo de que estas elecciones posibilitaran derrotar a Berlusconi.

El jefe de Estado se congració con Prodi a través de una carta en la que se comprometió a trabajar con el líder de la coalición La Unión "para dar un renovado impulso a la relación" entre ambos países, informó la Cancillería.

Cuando todavía no habían sido ratificados los resultados de los comicios, Kirchner felicitó a Prodi y le dijo que con su victoria "se inicia un nuevo capítulo que sin lugar a dudas fortalecerá a su país y contribuirá a afirmar los principios de libertad, justicia, derechos humanos y solidaridad en el orden internacional".

"Tengo la seguridad de que trabajaremos conjuntamente para dar un renovado impulso a la relación entre nuestros dos países unidos por lazos históricos y de sangre", escribió el primer mandatario al líder de la centroizquierda italiana.

Además del vínculo que une a la centroizquierda italiana con la Argentina, Prodi siempre se pronunció a favor de concretar un acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. Incluso, como titular del Consejo de la UE, Prodi recibió a Kirchner en Bruselas, en el primer viaje a Europa que realizó el presidente argentino en junio de 2003.

A fines del 2004 la relación argentino-italiana llegó a su máxima tensión cuando el gobierno nacional responsabilizó a Roma de una campaña contra el país ante los foros internacionales, en particular el Fondo Monetario Internacional y el G-7, el grupo de las siete naciones más ricas.

En ese contexto, el propio Kirchner reclamó al gobierno de Berlusconi que "rectifique" su política contraria a la Argentina y admitió que sentía "dolor" por esa "actitud distinta" de Italia, "comparada con la que tuvimos nosotros, que les abrimos nuestro corazón y los brazos a los italianos en los peores momentos".

Italia es uno de los países que más acreedores privados tuvo al momento de la propuesta de canje de la Argentina, con unos 420 mil bonistas, hecho que terminó por deteriorar el vínculo. No obstante, en junio del 2005, Berlusconi recibió en Roma, imprevistamente, al entonces canciller Rafael Bielsa, en lo que pareció ser un gesto hacia la Argentina para recomponer las relaciones.

En ese encuentro, el premier italiano negó haber dado órdenes a autoridades financieras italianas para iniciar una ofensiva antiargentina en los organismos multilaterales, y pidió "señales positivas" para los bonistas. Sin embargo esa reunión no rindió sus frutos, ya que el gobierno italiano continuó con sus críticas públicas a la administración kirchnerista.