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miércoles,
12 de
abril de
2006 |
Silenzio stampa
Final para una carrera delictiva espectacular: en su detención en una granja en Sicilia, Provenzano no dijo una palabra. Llevaba jersey, jeans y botas cuando las unidades especiales lo rodearon, informó el periódico La Sicilia en su edición online. Un fuerte contraste con las leyendas que se habían formado en torno al Fantasma de la mafia. Don Binnu no confiaba en nadie y evitaba el contacto directo, según informaron los investigadores: "Tenía de nacimiento un instinto animal para el peligro". Durante mucho tiempo, la policía no sabía en absoluto qué aspecto tenía. La única foto que se tenía de él era de 1959 y mostraba el rostro de un joven con expresión de no haber matado una mosca. Luego hubo un retrato robot, pero en su elaboración participaron mafiosos detenidos, es decir, ex cómplices.
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