La marca de la cofradía

Los masones asentaron su presencia desde el acta de fundación de la ciudad y dejaron su huella

Nicolás Stéfano

El nacimiento de Necochea tiene la marcada influencia de una cofradía, una hermandad secreta cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. La simbología de esta logia, la masónica, se encuentra inscripta en las construcciones, los diseños y aplicaciones de edificios de gran significación en la ciudad, como la iglesia, el cine y casas construidas desde sus primeros días.

Desde sus comienzos, la ciudad estuvo signada por "la escuadra y el compás" símbolo principal de la Orden (se lo puede observar en el cuadro de la fundación que se encuentra en el Museo Histórico regional), y tuvo su propia logia, la Sol Argentino Nº 160, de la cual Angel I. Murga fue Gran Maestre.

Basta con leer el acta de fundación para ver su influencia. "Los hermanos de los tres puntos declaran oficialmente fundado el pueblo de Necochea, invocando para este acto el nombre de GADU fuente de todo poder y progreso, y concediendo la petición de algunos vecinos poniendo bajo la advocación de María del Carmen". Las siglas remiten al Gran Arquitecto del Universo, origen de la verdad, principio y causa de todas las cosas para los masones.

Muchos de estos símbolos se encuentran en diferentes lugares de la ciudad. Sólo hay que observar con atención la fachada de la Iglesia Santa María del Carmen (cuya culminación fue una donación de la Logia), algunos vitrales dentro de la cúpula principal; la orientación hacia el poniente del monumento de Mariano Necochea, los símbolos que se encuentran en la esquina de Santurtún (calles 57 y 60), la coincidencia numerológica de ciertas esquinas o el frente del Cine Teatro París.

La iglesia de Santa María del Carmen , que comenzó a construirse a poco tiempo de la fundación, tenía características diferentes a las actuales. La razón de esto es que la culminación de la fachada del centro religioso, creado en advocación a la patrona de la ciudad, fue una donación de la logia masónica Sol Argentino Nº 160. En su aporte, los "hermanos" dejaron marcadas dos estrellas que constituyen su sello. La marca se encuentra sobre las arcadas que circundan cada una de las puertas laterales.

Las estrellas están formadas por dos triángulos superpuestos con los vértices opuestos. El triangulo, para los masones significa la perfección. Los "tres puntos", el espacial, el temporal, y el vértice máximo de la figura, que hace alusión a la "superación espiritual" ; la unión de los tres ámbitos, debe ser la máxima aspiración de todo individuo.

Sobre el pórtico principal del edificio se puede observar una figura constituida por "tres" círculos entrelazados, conformando un rasgo más de la presencia de la hermandad. También demuestra la libertad y las buenas relaciones en ese momento entre la logia y la iglesia, un impasse en la demonización de la que fue objeto la logia. Las estrellas de seis puntas están formadas por dos cuadrados superpuestos, uno derecho y otro en forma romboidal. El Cuadrado también tiene su simbología masónica, con significado geométrico, numerológico y esotérico, el "tetragammaton". Este simboliza los cuatro elementos, que conforman el universo (tierra, agua, aire y fuego), los 4 elementos base de la alquimia, los 4 "altares de la Ciencia". A su vez, recuerda a los "maestros constructores" (la base de las pirámides está formada por un cuadrado).

Otro sello evidente de la francmasonería en Necochea se encuentra en la fachada del Cine Teatro París, en donde se puede observar un escudo conformado por un hacha envuelta en varas. Este antiguo símbolo pagano del imperio romano es rescatado también por la masonería como un sello más de la "hermandad".

El templo con el que contaba la Logia Sol Argentino Nº 160, estaba ubicado en la calle 57, entre 62 y 64. Rumores nunca confirmados indican que un túnel comunicaba el templo con el Cine París. Un túnel que aún existiría.