Pasión rojinegra a full

Cuando Pablo Lunati hizo sonar su silbato por última vez, el Coloso volvió a vibrar con intensidad y los hinchas desataron una locura incontrolable por el triunfo conseguido ante Independiente y que ubica al equipo de Pumpido en la cima del Clausura (al menos hasta hoy cuando jueguen Boca y River). El descontrol se extendió por varios minutos en el estadio y continuó sin pausa por las calles de la ciudad a puros bocinazos y a los gritos para dejar sentado que media ciudad está feliz con el presente rojinegro.

Atrás quedaron las dos derrotas al hilo y la amargura acumulada en apenas una semana. La victoria ante el rojo sirvió para borrar esa desazón de un plumazo y recuperar la confianza futbolística que se ausentó en los últimos siete días.

Ahora toda la atención está centrada en el encuentro del miércoles ante Goiás, por la Copa Libertadores, donde la Lepra deberá volver a exhibir su fútbol para continuar alimentando su esperanzado sueño copero.