La economía, mal

El déficit comercial de Italia se amplió en enero a su mayor nivel desde 1991, una mala señal para comenzar el 2006 en una economía que intenta lidiar con las crecientes importaciones de energía y la erosión de su competitividad. El déficit, de 4.162 millones de euros, es casi dos veces superior al registrado en enero del 2005 y fue tres veces mayor al de diciembre pasado. El precio del petróleo y el gas pesó decisivamente en este empeoramiento, pero también la caída de las exportaciones italianas, un síntoma de la falta de competitividad que acosa a la economía italiana. Un problema estructural que será un dolor de cabeza para quien triunfe en las elecciones del 9 de abril. Italia registró un crecimiento económico de cero puntos en 2005, el cual disminuyó porque las exportaciones netas fueron negativas por tercera vez en cuatro años. Entre 1995 y 2005 la participación de Italia en las exportaciones mundiales retrocedió del 4,6 al 2,7 por ciento. En contraste, en el mismo período, la participación de Francia creció desde el 10,3 al 11,7%.