Una oportunidad para cuidar la ecología

El conflicto político-ambiental es una invitación para discutir con los chicos alternativas de solución

Tal como le ocurre a los presidentes, atrapados en este conflicto político-ambiental, los chicos pueden desesperanzarse ante tan malas noticias pero tal como lo entendieron los habitantes de Gualeguaychú, para cuidar la ecología hay mucho por hacer y este conflicto es otra oportunidad para comenzar a buscar posibles soluciones.

Cecilia Bianco, del Taller Ecologista, presenta algunas propuestas: “Como consumidores podemos disminuir la demanda de papel y reclamar políticas en ese sentido, esto disminuiría la escala de producción de estas empresas. El Estado tendría que comprometer a las empresas a utilizar procesos más limpios para la producción de papel para esto exigir el uso de peróxido de hidrógeno, ozono para el blanqueo y eliminar el cloro, como elemento de blanqueo”.

La profesora Sara Ortubia también rescata un aspecto muy positivo para trabajar con los alumnos que surge de este caso. “El ejemplo de lucha de la gente es lo más rescatable, de este esfuerzo sostenido algo tiene que salir, es invalorable el esfuerzo y la valentía de los habitantes de Gualeguaychú que se han transformado en un ejemplo a seguir de democracia y participación, de organización en asamblea. El Estado no puede desoír el reclamo y el sacrificio que ellos están haciendo por el futuro de todos, y si bien el reclamo es tan contundente porque los involucra directamente a ellos, lo han sostenido en el tiempo y es la única razón por la cual hoy seguimos hablando de esto”.
El primer día de clases
El primer día de clases fue distinto que otros años para los alumnos de la Escuela Nº216 Rivera Indarte, ubicada en la zona rural El Potrero del departamento Gualeguaychú (Entre Ríos). Es que su escuelita (tiene 70 alumnos en la secundaria y 30 en la primaria) está ubicada a 7 kilómetros en línea recta de la chimenea que la empresa Botnia levanta en Fray Bentos.

De esa manera, el inicio del ciclo lectivo se trasladó al lugar de los cortes de ruta. Según había manifestado la directora del establecimiento, Lucrecia Moreyra, a distintos medios, para justificar el lugar elegido para dar comienzo al año escolar: “Nuestros alumnos viven en esta zona, son hijos de agricultores, sus padres y sus hermanos serán los primeros en sentir las consecuencias de la contaminación. Por eso su futuro depende de la lucha de hoy”.