Estudio nacional de la ONG Periodismo Social

Cuatro de cada diez adolescentes están fuera de la escuela

Aseguran que les espera la marginalidad y la pobreza. Algunos programas apuntan a que retomen las aulas

Cuatro de cada diez adolescentes siguen fuera de la escuela secundaria. El dato proviene de un informe especial preparado por la ONG Periodismo Social, donde se alerta que la situación "les anuncia a ellos marginalidad y pobreza, y al país, generaciones menos preparadas para trabajar y para ejercer una ciudadanía activa". Pero también el estudio advierte sobre unas pocas pero alentadoras experiencias independientes o con apoyo del Estado que muestran en la Argentina distintos caminos para superar el abandono y la exclusión que padece la educación media.

El abandono es más alto en la escuela media que en otros niveles y se da por múltiples razones, pero muchas de ellas están relacionadas con las desigualdades sociales. Tres de cada cuatro chicos excluidos de la secundaria viven en los hogares más pobres y los de su condición social que pueden asistir suelen ir a instituciones con menos recursos materiales y pedagógicos.

Entre los expertos consultados por el estudio, la subsecretaria de Educación de la provincia de Buenos Aires, Cristina Ruiz, argumentó que "la escuela es expresión de futuro, y cuando el futuro está desdibujado suele ocurrir esto. Hay que vincular a este problema con la situación de crisis que vivimos en el país. Y en tanto se recupere la trama social y económica será mejor el contexto para que podamos tener efectiva reinserción y terminalidad de nuestros alumnos".

De los alumnos que pertenecen a las familias con menores recursos del país, sólo el 27,3 por ciento termina el colegio mientras que entre los de clase media lo hace el 73,1 por ciento. "No terminar la escuela secundaria hoy lo que garantiza seguro es la marginalidad, la pobreza, la exclusión", afirmó Elena Duro, oficial de Educación de Unicef en Argentina.


Algunas causas
Algunas causas que fuerzan el abandono responden directamente a la situación social, económica y cultural del joven y su entorno. Pero otras son condiciones generadas por la propia la escuela, que debe revisar sus prácticas si pretende incluir a todos los jóvenes. En este informe se muestran algunos ejemplos de instituciones que tomaron ese desafío.

En los últimos años hubo un importante proceso de masificación de la escuela secundaria: la tasa de crecimiento matricular entre 1994 y 2002 fue de 113 por ciento, según el Ministerio de Educación de la Nación. Este mayor acceso de los jóvenes a los estudios medios democratizó una institución que nació originalmente selectiva.

Sin embargo, hay profundas diferencias en la calidad de la educación que reciben los que logran terminar la escuela, mientras otros tantos quedan en el camino y no alcanzan el título.

Solamente 61,2 por ciento de los adolescentes entre 15 y 18 años asiste al sistema educativo, lo que significa que quedan fuera de él casi 4 de cada 10 adolescentes, según datos oficiales.

Datos del Ministerio de Educación de la Nación señalan que el promedio nacional de abandono interanual en el último año de la escuela media (3º de polimodal o 5º del secundario) alcanza el 22,1 por ciento. Pero en algunas jurisdicciones del país el abandono se da mucho antes: en la EGB 3, donde hay entre 12 y hasta 18 por ciento de abandono interanual. Un ciclo al que, además, aún asiste entre el 35,4 y el 49,1 por ciento de los jóvenes de 15 a 17 años, lo que evidencia porcentajes muy considerables de sobreedad o rezago.

"En tanto se recupere la trama social y económica será el mejor contexto para que podamos tener efectiva reinserción y terminalidad de nuestros alumnos", reafirma la subsecretaria de Educación bonaerense Cristina Ruiz.

Los adolescentes más pobres son los que quedan excluidos (cerca de 76 por ciento de los que no van a la escuela pertenecen a los hogares más pobres) y los que consiguen asistir disponen de menos recursos materiales y pedagógicos.

El paso por la escuela media, en esas condiciones, no asegura a muchos adolescentes una inserción laboral. Pero, a su vez, no lograr el título es garantía de menores posibilidades aún, en un mercado laboral deprimido por años de desocupación y precarización, que exige alta calificación hasta para puestos de repositores de mercadería en supermercados.

"Los chicos que no están hoy en la escuela se están perdiendo la oportunidad de tener algún futuro, insiste Duro, oficial de Unicef.

La subsecretaria Ruiz, desde el gobierno bonaerense, sostiene que la escuela media "tiene la obligación y la responsabilidad de preparar para el mundo del trabajo en su conjunto, pero no con una relación directa con el empleo". Para la funcionaria el paso por la secundaria debe garantizar "saberes socialmente productivos que le permitan insertarse en ese mundo del trabajo".

Sólo el 61,2 % de los adolescentes de entre 15 y 18 años está en el sistema educativo.