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 domingo, 12 de marzo de 2006  
La tecnología desembarcó en Armstrong
Todas las herramientas apuntan a atender las necesidad de una agricultura superprofesionalizada

Leonardo Stringaro

Feriagro, la muestra agropecuaria a cielo abierto que finalizó ayer en la localidad santafesina de Armstrong, dejó muchos elementos aplicables al manejo y uso de la tecnología. Los expositores se vinieron preparados para atender a una gama de productores con alto conocimiento y manejo empresario.

El foco estuvo puesto en los anuncios del gobierno hacia el sector ganadero y las drásticas consecuencias que traerá la suspensión de exportaciones y el alza porcentual de las retenciones para la industria procesadora de carne.

Precisamente, en la muestra el principal tema de debate fue el agro en la definición de proyecto nacional, y al mismo tiempo, el escenario estaba preparado para proyectar -una vez más- la idea de consolidar a la Argentina como un país orgullosamente agropecuario.

Sin embargo, otra vez se colaron los vaivenes de la política, y las rondas de negocios, los contactos con delegaciones extranjeras y el mismo Instituto de Promoción de la Carne Vacuna no encontraban la forma de disimilar lo que estaba sucediendo.

Falta de previsibilidad, medidas apresuradas, políticas cortoplacistas y la ineficiencia de dirigentes y legisladores que acostumbran a pasear y coquetear por este tipo de muestras, quedó más que expuesta en estos días.

Ahora, es importante decir que lo sorprendente de Feriagro, más allá de su magnitud e imponencia, ha sido el ruido de los motores, el despliegue de maquinarias, los centros de tecnología aplicada a nuevos cultivos y el clima expectante de los productores agropecuarios por descubrir hacia donde van las nuevas tendencias.

De hecho, el productor va a seguir apostando a la agricultura aprovechando al máximo el desarrollo tecnológico e invirtiendo en las nuevas herramientas que faciliten aumentar las producciones mejorando la eficiencia. Pero no todo será soja, maíz o trigo.


Más variedad
En Feriagro se habló de una agricultura con mayor cantidad de cultivos, donde entre los nuevos se destacan el amaranto, el trigo candeal, los maíces colorados y girasoles oleicos o confiteros.

Una agricultura por contratos y cultivos agrícolas que se utilizarán para hacer bioplásticos, biocombustibles y alimentos con cultura envasada. Muchas asociaciones y empresas de genética en cultivos dijeron que los próximos 10 años de la biotecnología estarán centrados en temas como estos.

Lo mismo podría suceder con la actividad pecuaria, que tiene las herramientas, hizo las inversiones, creció, se capacitó y avanzó con el objetivo de revertir la problemática de una producción de carne estancada hasta la recuperación de los problemas históricos.

A pesar del clima, daría la impresión de que en todo está empezando y es una constante en estas muestras el reclamo con insistencia por un país con mayor claridad para los lineamientos futuros.


La reposición
Sin dudas que Agro Selecta, el predio de la maquinaria agrícola usada de Feriagro fue el centro de contención de muchos productores que transitaron la muestra y se sintieron con falta de capacidad económica para adquirir nuevos equipos.

El sector se levantó sobre la calle final de la exposición y logró juntar 40 implementos entre sembradoras, cosechadoras, tractores y equipos de riego. Las primeras ventas se registraron sobre las cosechadoras, entre ellas una New Holland TC57 (1996) a U$S 70 mil y una Case 2388 Extreme (2002) que se adquirió por un valor de 190 mil dólares Hasta ayer, se especulaba en que se iban a vender todos los equipos alcanzando una suma superior a los 2 millones de dólares. Con este sistema (usados), el productor ahorra un 30 % en el valor de la maquinaria y en muchos casos, se lleva implementos reconstruidos por los propios fabricantes.

Anualmente el mercado de la maquinaria agrícola usada mueva una cifra superior a los 430 millones de dólares y se equipara con lo que dejan los 5.000 tractores y 1.500 cosechadoras nuevas que se comercializan en la Argentina.

Un fenómeno en crecimiento y muy vinculado con el desarrollo de los contratistas rurales que en los últimos diez años han generado un gran cambio en el uso y la explotación de la tierra. El segmento cuenta con financiación bancaria, leasing de algunas compañías financieras y venta sobre prenda con pago hasta 2 y 3 cosechas.
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Una tradición. La parte dinámica de la feria fue seguida con atención por los productores.

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