Una ráfaga de Agüero sentenció el clásico

El juvenil hizo dos goles en tres minutos y el rojo festejó

Independiente venció a Racing 2 a 0 y obligó a sus hinchas a olvidar las dos derrotas consecutivas que arrastraba.

Tras un primer tiempo opaco, en el que Racing fue un poco más, Sergio Agüero frotó la lámpara y, con dos golazos, el rojo se quedó con el clásico de Avellaneda, agravó la actualidad de su eterno rival y se prendió de nuevo en la pelea.

El conjunto de Falcioni capitalizó en un cuarto de hora las pocas posibilidades que se le presentaron a lo largo del partido. Decisivo, para ello, resultó Agüero, quien había sido bien controlado por Diego Menghi en la primera parte, pero después de la salida del lateral local, se hizo un festín con la defensa albiceleste y en tres minutos liquidó el pleito.

Dentro de un primer tiempo discreto, que sólo por momentos alcanzó cierto vértigo, Racing mostró algo más de actitud, concentración y claridad.

El equipo del Cholo Simeone mordió en todos los sectores y, casi siempre, ganó en los anticipos, situación que le permitió generar contras rápidas, aunque no profundas.

Romero manejó los hilos de un equipo que, por segmentos, desniveló por izquierda, pero no creo mucho riesgo. Apenas si se vio un zurdazo de Schaffer, que Ustari neutralizó, o un pifiado remate de Fileppi, que no logró el destino deseado.

Del otro lado hubo poco. Agüero fue controlado por Menghi. Biglia no se mostró cómodo por izquierda y Bustos Montoya estuvo desaparecido.

Pero en el segundo tiempo Independiente se despertó. Una gran apilada de Agüero derivó en un centro que Bustos Montoya cabeceó exigiendo a Campagnuolo. Y minutos más tarde fue Fabro quien disparó apenas desviado.

La tercera fue la vencida. Agüero, más libre tras la salida del lesionado Menghi, recibió fuera del área, se perfiló de zurda y sacó un disparo bajo y cruzado que se coló junto al palo izquierdo. Racing sintió el golpe, pero más le dolió el que le asestó tres minutos más tarde la juvenil figura de Independiente, quien desequilibró por izquierda y ante una pésima salida de Campagnuolo marcó el segundo sin problemas y sentenció el clásico. (DyN)