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sábado,
18 de
febrero de
2006 |
Omnibus interurbanos, blancos móviles en bulevar Oroño al 3800
Atacan a pedradas a dos
micros en la zona sur
Ocurrió la madrugada de ayer y no causó víctimas.
Preocupación empresarial por la seguidilla de hechos
Dos ómnibus de la empresa El Rosarino que se dirigían a la Capital Federal fueron atacados a gomerazos cuando salían de la ciudad. Ocurrió en bulevar Oroño al 3800 y con dos horas de diferencia. Sólo la fortuna quiso que no hubiera víctimas y que sólo se produjeran la rotura de las ventanillas de las unidades. "Nuestra preocupación es que no hieran a un pasajero. Por el momento tuvimos suerte pero no sabemos hasta cuando", explicó Néstor Pereyra, apoderado de la empresa en Rosario, quien precisó que en lo que va del mes sufrieron ataques similares en ocho unidades.
Pereyra aclaró que el hecho no afecta solamente a El Rosarino. "Varias empresas sufren lo mismo en otros puntos del trayecto, como en barrio Las Flores o al cruzar las vías de Oroño al 4000", especificó. "No lo hacen para robar el micro, sólo para hacer daño", agregó.
"Por Oroño, en la cuadra que va entre Biedma y Presidente Quintana, tenemos un ataque cada día y medio. Con suerte los piedrazos no pegan en los vidrios y sí lo hacen en las chapas", explicó Pereyra, referente de El Rosarino, nombre comercial con el que la empresa Rutamar SRL explota la línea Rosario-Retiro. Esta franquicia cuenta con 14 servicios diarios a Retiro y, pensando en el tránsito de la zona denunciada otra docena de empresas pasan por ese lugar siendo blancos móviles para los francotiradores de piedras.
"Estamos a un milímetro de una desgracia. A nosotros nos atacaron el servicio de las 2 y el de las 4 de la mañana. Los ataques son calcados. Te tiran piedras o recortes de metal desde las dos manos del bulevar. Si no te agarra a la ida, te pega a la vuelta", explicó el empleado. "Para darse una idea, uno de los choferes de los colectivos agredidos contó que el piedrazo que rompió la ventanilla, pegó en el cabezal y dio contra el techo. No le rompió la cabeza al pasajero de milagro", dijo Pereyra. "Son gomerazos, todavía no hemos tenido reporte de disparos, pero si desde la gomera parte un recorte de hierro o una bolita de vidrio pueden hacerte un desastre similar al de una bala", aclaró.
"Reparar un cristal cuesta entre 210 y 255 pesos y un parabrisas anda por los 500, pero de lo que hablamos es de algo más importante: un día de estos van a herir de gravedad a un pasajero", explicó.
Cristián hace 15 años que es chofer de micros y ayer estaba a bordo del interno 1430 que salió de la terminal Mariano Moreno a las 4 rumbo a Retiro. "Eran más o menos las 4.30 cuando, al pasar por la zona, escuchamos el golpe y una pasajera me contó que habían roto el vidrio de su lado. No pudimos parar porque eso es tierra de nadie y si lo hacemos nos desvalijan", comentó.
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Fotos
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Los dos micros atacados son de la empresa Rutamar.
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