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sábado,
18 de
febrero de
2006 |
El gobierno de EEUU censura a
científicos por el cambio climático
Denuncian que los investigadores son forzados a ocultar datos que contradicen la política oficial
El gobierno estadounidense ha censurado a la agencia espacial Nasa y a la oficina de investigaciones ambientales Noaa en cuestiones relacionadas con el cambio climático, según señaló en su edición de ayer la revista especializada Science.
Los investigadores estatales se encuentran bajo presión del gobierno de George W. Bush para no dar a conocer datos que contradigan la polémica política climática de Washington, afirma el redactor jefe de la publicación científica, Donald Kennedy.
Según Kennedy, Washington no sólo ignora pruebas claras del calentamiento global por los gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, sino que además ha prohibido el contacto con la prensa a científicos del Noaa (National Oceanic & Atmospheric Administration) que rechazan la política ambiental del gobierno.
Los investigadores designados en el Noaa para analizar cuestiones climáticas tienen que recibir permiso de la Casa Blanca antes de presentar sus informes en congresos, afirma Kennedy.
Tampoco se entiende que la NOAA explique en su página web la creciente intensidad de los huracanes sólo en base a los ciclos naturales, cuando han salido publicados en Science y en la competidora Nature dos grandes estudios sobre la influencia que tienen en ello los gases de efecto invernadero.
Sin embargo, la presión es aún más fuerte sobre la Nasa, escribe Kennedy, que acusa al gobierno de "estupidez burocrática".
Kennedy recordó en este contexto el caso ya conocido del destacado investigador de la Nasa James Hansen, quien fue advertido acerca de posibles consecuencias personales tras una charla que dio ante la American Geophysical Union en San Francisco en diciembre.
Un joven responsable de relaciones públicas en la Nasa prohibió además a Hansen hablar con la radio pública NPR por ser ésta "demasiado liberal". El empleado de 24 años había conseguido el puesto en la Nasa tras participar en la campaña electoral para la reelección de Bush en 2004. Se lo acusa además de haber modificado publicaciones científicas. El hombre renunció a su cargo de forma voluntaria luego de que trascendiera el caso.
Washington no basa su política ambiental y climática en conocimientos científicos fundados, sino sólo en aquellos datos que confirman su política, se indigna en su editorial el redactor jefe de Science.
Por eso, saludó la declaración hecha por el director de la Nasa, Michael Griffin, de "acabar con este sinsentido" y publicar los resultados científicos sin maquillarlos.
En una audiencia ante el Congreso, Griffin declaró el jueves que "no es aceptable instar a los científicos a modificar su trabajo o darles un giro para servir a una determinada línea política". (DPA)
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