Interpol detuvo a un paraguayo que estaba prófugo tras el crimen del comisario Beauvais

Ahora esperan la extradición y que caiga el autor material, que sería de la misma nacionalidad

Uno de los acusados de secuestrar y asesinar el año pasado al comisario mayor retirado Oscar Beauvais fue detenido ayer por Interpol en la ciudad paraguaya de Encarnación. Se trata del ciudadano paraguayo Alberto René de los Santos Sanabria, de 31 años, a quien los investigadores del caso le atribuyen haber secuestrado a Beauvais, junto al prófugo Ovidio Javier Azcona, por orden de la pareja del jefe policial, Liliana Mabel Acosta, quien fue liberada pero sigue investigada.

Fuentes de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 14 de Lomas de Zamora, a cargo de la investigación, confirmaron ayer a la mañana la novedad, que le fue comunicada al fiscal Guillermo Morlachi.

Los voceros indicaron que Morlachi iniciará cuanto antes los trámites para la extradición porque su objetivo es indagarlo lo antes posible, ante la posibilidad de que de ese testimonio surjan nuevos elementos en la causa que puedan esclarecer definitivamente el caso.

Sanabria fue detenido por la Interpol Paraguay en las calles de Encarnación, a 370 kilómetros de la capital Asunción, a raíz de la orden de captura internacional que había emitido la jueza de Garantías de Lomas de Zamora, Liliana Natiello, a pedido de Morlachi. El sospechoso quedó a disposición del juez paraguayo Pedro Darío Portillo, quien ordenó su detención preventiva en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, en Asunción, mientras se realiza el proceso de extradición. Uno de los investigadores aseguró que tanto Sanabria como el prófugo Azcona "son los dos principales acusados de la investigación".

Ambos se fugaron a Paraguay ni bien ocurrió el crimen y a Sanabria le atribuyen la captura de Beauvais y al prófugo Azcona no sólo eso, sino también ser el autor material del crimen, según confiaron los voceros. Otro investigador del caso estimó que esta detención podría volver a complicar la situación de Acosta, viuda de Beauvais, también paraguaya, de 19 años y quien dio a luz al hijo del ex comisario dos días antes de ser detenida como presunta instigadora del crimen.

Acosta estuvo detenida desde el 30 de septiembre al 29 de diciembre pasado cuando la Cámara de Apelaciones revocó su prisión preventiva, pero sigue procesada e investigada. Sin embargo, para los investigadores, Acosta organizó el crimen del comisario mayor retirado para robarle unos 300 mil pesos que tenía guardado en una caja fuerte en su departamento de la localidad de Ramos Mejía, partido de La Matanza.

Beauvais fue visto por última vez el viernes 12 de agosto último en la Universidad de Lanús, donde cursaba la carrera de Licenciatura en Seguridad y la investigación determinó que fue capturado cuando estaba próximo a su casa, en Ramos Mejía.

El ex jefe policial fue hallado muerto en un descampado de Villa Centenario, en Lomas de Zamora, con cuatro disparos en la cabeza.

Durante la pesquisa, el fiscal ordenó realizar distintos allanamientos, en varios de los cuales se encontraron cajas de seguridad, razón por la cual se tejieron varias hipótesis vinculadas al pasado de Beauvais como policía y a un crimen mafioso.

Sanabria se convirtió en el tercer detenido, ya que por el caso permanecen presos Sixto Pastor Martínez y Margarita Valdéz. Martínez, según las fuentes, era la persona que había alquilado la vivienda de la localidad bonaerense de Villa Centenario donde presuntamente lo tuvieron secuestrado hasta que finalmente lo asesinaron. Y para los pesquisas Valdéz integraba la banda de secuestradores y era la persona encargada de perparar la comida para el cautivo.

El delito que se les imputó a Sanabria, Acosta, Martínez y Valdéz es el de privación ilegítima de la libertad seguida de homicidio, el cual prevé penas de hasta prisión perpetua.

En la causa también hay tres hombres procesados sin prisión preventiva por el delito de encubrimiento, ya que eran quienes tuvieron en su poder el teléfono celular del comisario retirado asesinado. (Télam)

Beauvais: ¿un crímen mafioso?