Eclipse de luna

Tiro volvió a caer y se oscurece su panorama

Aníbal Fucaraccio / Ovación

La incorrecta expulsión de Ezequiel Luna antes de la finalización del primer tiempo condicionó el destino del encuentro. Esa desafortunada decisión del (habitualmente desafortunado) árbitro Rafael Furchi eclipsó las ambiciones iniciales de los Tigres de Ludueña e inclinó caprichosamente la balanza de un partido, que se presentaba sorpresivamente en el terreno de las equivalencias. Tiro estaba ofreciendo sin condiciones su corazón ante uno de los punteros del Clausura pero Colón se llevó el premio mayor porque aprovechó el fatídico error del juez y porque supo concretar al menos una de las tantas ocasiones de riesgo que poblaron el cotejo.

El choque entre tirolenses y sabaleros planteó de entrada un intenso duelo en el que intercambiaron golpe por golpe. Cada uno a su manera buscó lastimar en campo enemigo. Y quedó claro desde el primer minuto que los ataques se impusieron a las defensas. Faltaba alguien que interprete la última nota, alguno que ejecute la puntada final. Allí se escondía el secreto de los tres puntos.

Los primeros 20' del partido fueron favorables al equipo del Patón Bauza, que con un buen trabajo de desdoble por los laterales desbordaba la resistencia de Tiro y generaba situaciones de peligro que generalmente desembocaban en Denis y Cangele. Así llegaron las primeras chances sabaleras que no terminaron en la red por la impericia de los definidores.

Sobre la segunda mitad de los 45' iniciales, Tiro recompuso su imagen de la mano del indomable Cámpora, con el aporte generoso de Carreño y con la sacrificada complicidad de Aguiar y Buján.

Pero antes de que finalice la primera etapa, Denis cayó derribado cerca del área de Tiro cuando superaba la marca de Luna para irse solo de cara al gol. Y Furchi leyó equivocadamente en la acción del defensor que hubo causas para expulsión. Un error determinante.

Llamativamente, el chileno Del Solar no hizo cambios en el arranque del complemento. Lo ubicó a Basualdo como lateral por derecha, Alvarez pasó a la zaga y Carreño debió recostarse en la línea de volantes. Tiro dejaba la vida, disimulaba con suficiencia su hombre de menos y el partido seguía estando para cualquiera.

Pero, en un descuido de Iuvalé en el centro de la cancha, el balón derivó en Cangele por derecha y el ex delantero xeneize desairó con mucha clase a Melo y Alvarez en el cierre, y la tocó suave a un costado de Vivaldo para desatar la locura sabalera en la popular visitante.

En los últimos pasajes, ya con De Bruno en la cancha, Tiro dispuso de varias ocasiones serias de riesgo pero chocó contra la seguridad de Tombolini y contra sus propias urgencias. Todo se le hizo cuesta arriba y encima ligó poco. Eso elevó su cotización en la tabla de merecimientos, aunque del otro lado, el de la realidad, la dictadura de los números oscurece cada vez más su futuro mediato.

El Flaco Vivaldo y Silvio Iuvalé sufren el momento del gol de Cangele.