Los estrenos bajo la lupa de Escenario

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"Ana y los otros"
Calificación: 4 estrellas. Intérpretes: Camila Troker, Ignacio Uslenghi y Juan Cruz Díaz la Barba. Dirección: Celina Murga. Género: drama. Duración: 80 minutos. Sala: El Cairo.

En "Ana y los otros", la directora Celina Murga optó por contar, casi con formato de road movie, una bella historia intimista de reencuentro de una joven con su personalidad original, con la identidad.

Ana (Camila Troker) regresa a su ciudad natal. Paraná, por un motivo trivial, pero el encuentro con los viejos amigos la impulsa a hacer lo que no se debe; reencontrar después de muchos años, al primer amor, a esa persona a quien algunos, como Dolina, recomiendan buscar pero nunca encontrar.

Si algo cautiva en este mínimo relato -posiblemente muy autorreferencial de Celina Murga-, es la sencillez con la que logra concretar una historia compleja como todas las que tienen que ver con los recuerdos personales y con las cosas de la identidad.

No hay "momentos fuertes", hechos para mostrar, pero sin embargo una cámara muy bien dirigida muestra y mucho, cómo se desarrolla y se concreta, en un final que no es ni feliz ni triste, una sana obsesión por integrar pasados, presentes y futuros en un excelente trabajo actoral de Troker.

U.G.M
"Un amor, dos destinos"
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: R. Redford y M. Freeman. Dirección: Lasse Hallstrom. Género: drama. Duración: 107 minutos. Salas: Monumental, Del Siglo, Showcase y Village.

Hay películas que se sostienen por un buen argumento, otras por la fuerza de la imagen, y otras, como en este caso, por la solvencia de las actuaciones. Robert Redford, en el papel de un hombre endurecido por su dolor, es el responsable de salvar el honor del filme que también se disfruta por el oficio de Morgan Freeman. Ambos elevan el nivel de Jennifer Lopez, quien no desentona. La historia de Lasse Hallström relata la soledad, desde distintas ópticas. Einar (Redford) perdió a su hijo en un accidente y rechaza a su nuera Jane (Lopez) por creerla culpable; Mitch (Freeman) está postrado tras ser atacado por un oso al que adora; Jane busca amor y refugio tras quedar viuda pero la persigue un novio golpeador, y su hija Griff (Becca Gardner) buscará en su abuelo el padre que nunca tuvo. El oso, otra soledad latente, aparece como una metáfora del valor de la libertad. El director privilegió la buena fotografía y apuntó a mostrar cómo se enriquecen los vínculos humanos cuando hay necesidad de afecto.

P.S.
"Las locuras de Dick y Jane"
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Jim Carrey y Tea Leoni. Dirección: Dean Parisot. Género: comedia. Duración: 90 minutos. Salas: Monumental, Showcase y Village.

No es desatinado mostrar una situación trágica bajo el ritmo de una comedia. En el cine lo logró con éxito Roberto Benigni con "La vida es bella", sobre el holocausto. Salvando las distancias, los escándalos corporativos de los últimos años en EEUU fueron verdaderas tragedias para todos aquellos que quedaron desempleados y endeudados, mientras los peces gordos mantenían sus privilegios. De esto se trata "Las aventuras de Dick y Jane", que además es una remake de un filme de los 70, sobre una pareja que perdía su trabajo y que se veía obligada a salir a robar para sobrevivir. Claro que en aquella historia no había corporaciones. En este nuevo filme, por cierto el payasesco Dick y la neurótica Jane no se están divirtiendo, aunque todo lo que hacen tiene su costado cómico. Tras una primera parte tediosa (hartantes morisqueta de Carrey), la historia mejora, especialmente cuando el dúo intenta hacer justicia de un modo particular. El final es bastante ridículo, con mucho dinero robado y compartido.

J.C.
""Mi abuela es un peligro 2"
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Martin Lawrence, Elton LeBlanc, Nia Long y Michelle Parylak. Dirección: Jhon Whitesell. Género: comedia. Duración: 99 minutos. Salas: Del Siglo, Showcase y Village.

"Mi abuela es un peligro 2" es una película, secuela de otra comedia de tono menor, que no aspira a grandes logros. El director norteamericano John Whitesell parece haber trabajado con el objetivo de ofrecer un poco más de lo ya presentado en la primera versión: mostrar en la pantalla grande un humor de dudoso gusto y fácilmente predecible.

Todo el argumento se resume en las situaciones que vive un investigador del FBI, quien se disfraza de mujer para entrar subrepticiamente en la casa de un sospechoso.

Así el agente Malcom Turner se convierte en Big Momma, una señora mayor y gorda que intenta descubrir qué es lo que busca el presunto delincuente que pretende infiltrarse en las redes informáticas de la inteligencia estatal. El resultado es palpable en algunas risotadas esporádicas provenientes de espectadores adolescentes que no le piden demasiado al cine.

M.M.
"Los productores"
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: N. Lane y U. Thurman. Dirección: Susan Stroman. Género: comedia. Duración: 134 minutos. Salas: Monumental, Showcase y Village.

El camino que recorrió "Los productores" parece tan absurdo como el humor de Mel Brooks, autor del guión y productor de la nueva versión cinematográfica. Primero fue una película, después una exitosa comedia musical basada en el filme, y ahora nuevamente regresó al cine. Brooks comenzó con esta comedia sobre dos productores neoyorquinos a fines de la década del 60. Cuarenta años después sigue haciendo rendir su fórmula basada en la parodia, un estilo marcó buena parte de su producción, entre la cual se destaca aquel éxito que fue "El joven Frankenstein". Con el mismo entusiasmo que en ocasiones anteriores, Brooks revivió la trama que narra la bancarrota de un exitoso productor caído en desgracia después de varios fracasos comerciales y artísticos, y de cómo un comentario casual de su contador le da una idea brillante, que no es otra que estafar a los inversores con un proyecto que, necesariamente, debe ser un fracaso desde el momento de su concepción para poder hacerlos millonarios.

La comicidad de las situaciones surte el efecto deseado gracias a un elenco en el que cada uno de los integrantes cumple su rol de forma disciplinada, pero que en ocasiones no aportan mucho más que lo que les exige el guión. El filme, cuyo primera versión fue criticada por su bajo presupuesto, pero que sin embargo ganó un Oscar por el guión de Brooks, parece querer convertirse en una especie de revancha, con un diseño de arte que cuidó todos los detalles y no ahorró esfuerzos en la puesta en escena. Sin embargo algo del tiempo transcurrido desde su estreno se trasluce en el tratamiento de algunos detalles del argumento. Entre ellos se encuentra la parodia de Hitler, un personaje que supuestamente debería hacer que la obra fuese el anhelado fracaso y que sin embargo la convierte en un éxito, o el personaje de Uma Thurman, al que se lo deja encorsetado en el rol de una rubia un poco tonta y decorativa, un arquetipo tan desfasado como mostrar al genocida con modales afectados.