Las piletas Alem se volvieron verdaderos gimnasios acuáticos

Esta temporada la actividad llegó a convocar a más de 250 personas. Entretiene y no demanda mucho esfuerzo

Cada vez son más los que se suman a las clases de gimnasia acuática en las piletas del parque Alem, que en esta temporada han llegado a convocar por clase a más de 250 personas de todas las edades. Es que a muchos moverse en el agua les permite salir del sedentarismo, en un entorno saludable y sin hacer el sacrificio de encerrarse en un gimnasio. La actividad está pensada para que se diviertan todos: es para el nivel inicial, los ejercicios son sencillos e incluyen un poco de baile al ritmo de la música latina.

"Las ventajas de esta propuesta son múltiples", comentó María Florencia Castellanos, profesora del lugar. Una de ellas es que "en la pileta no hay riesgos de impacto o mal movimiento, lo que posibilita que hasta quienes sufren una lesión, por ejemplo, en la rodilla, puedan moverse en el agua, e incluso mujeres con osteoporosis avanzadas que directamente no pueden realizar ejercicio en la superficie, pero sí en un medio acuático".

La clase de ayer arrancó pasadas las 16, luego de que la profesora invitara a la gente a sumarse a la actividad. No tuvo que hacerlo dos veces, porque al poco tiempo ya tenía a casi todos los que se estaban bañando ubicados en la pileta donde se da gimnasia, y el resto de los natatorios había quedado prácticamente vacío.

Había niños, adultos y hasta adultos mayores de ambos sexos que no dudaron en moverse al ritmo de la música latina. La rutina fue sencilla y recreativa, incluyó ejercicios fáciles y un poco de baile. Y casi sin darse cuenta la gente salió del sedentarismo.

En la primera fila estaban los más pequeños, que eran los más desinhibidos. Entre ellos figuraba Maité Vásquez, de 9 años, quien contó que siempre se anota en las clases. "Me divierte, no me canso y lo que más me gusta es la parte de baile", contó.

Otra fanática de la gimnasia acuática presente ayer era Ebbe Giannico, de 43 años y quien realiza todo el año esta actividad. "Cuando hacés los ejercicios en la pileta ejercitás el físico y no sentís el esfuerzo", dijo entusiasmada antes del comienzo de la clase.

En la misma sintonía, Ana María, de 41 años, opinó: "No te quedás tan destruida como cuando hacés aerobics en el gimnasio". Es más, a ella le indicó la clase el médico, porque le dijo que contribuye a bajar la glucemia en sangre. Ana María tiene diabetes y le recomendaron hacer aerobics todo el año, ya sea en la pileta o en el gimnasio donde elige la cinta o la bicicleta.

En las piletas Alem hay gimnasia acuática los sábados y domingos a las 16, y la clase dura casi una hora. Están a cargo de profesores de educación física de Eurogym, y enmarcadas en un proyecto de verano del área de Educación para la Salud dependiente de la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad.

Chicos y grandes. Ayer, la mayoría de los bañistas se sumó a la actividad.