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domingo,
11 de
diciembre de
2005 |
La oposición, un
coro de críticas
El presupuesto provincial para 2006, que ya tiene media sanción del Senado y se prevé -en función de la mayoría parlamentaria- pasará rápidamente por Diputados antes de finalizar el año, cosecha críticas de la oposición. En los hechos, el presupuesto representa la autorización máxima para gastar, ya que "el artículo 2 de la ley complementaria establece que si la proyección de recursos permite aumentar el gasto, el Ejecutivo podrá aumentar el crédito presupuestario vigente sin necesidad de pedir autorización al Poder Legislativo, simplemente comunicándolo al mismo dentro de los quince días del dictado", se quejó el diputado socialista rosarino Sergio Liberati.
El legislador explicó que la ley opera en el mismo sentido cuando se produce mayor recaudación. En tanto que el artículo 19 de la ley se faculta al Ejecutivo a utilizar el resultado de rentas generales originado en la ejecución presupuestaria del año anterior. "Es evidente que en los ejercicios 2004 y 2005 el gobierno provincial tuvo superávit presupuestarios que pueden provenir de sub-ejecuciones de gastos y/o recaudación mayor a la proyectada", continuó.
En ese sentido, el senador radical Carlos Fascendini -quien fue una de las voces disidentes en la Cámara alta provincial- denunció una "concepción política conservadora" del presupuesto provincial. "Creemos que puede haber recaudaciones que van a superar el crecimiento de la actividad económica",dijo el senador esperancino. "Aunque el gobierno argumenta que está en sintonía con las previsiones que manejó la Nación para redactar su ley de leyes, el trasfondo de esto es que esa mayor disponibilidad de recursos va a quedar a disposición del Ejecutivo".
El diputado por el ARI, Marcelo Brignoni, consideró que es "ilógico" que "cuando la tendencia general de las gestiones públicas se encamina a obtener más transparencia, certidumbre y control ciudadano, el gobierno siga pidiendo superpoderes para administrar el presupuesto provincial discrecionalmente".
Subejecución
Por su parte, Fascendini calificó como "un déficit muy notable en la gestión del gobierno" la "incapacidad para adjudicar obras". Explicó al respecto que esto queda plasmado en "obras que no se pueden adjudicar, licitaciones que se demoran y obras que estaban contempladas en presupuestos anteriores que se vuelven a repetir en el nuevo". A su juicio, el dinero pendiente o subejecutado que está en distintas cuentas del Estado "debe estar llegando a los 2.000 millones de pesos" ya que en Santa Fe "no se llega ni al 50% de la ejecución presupuestaria en materia de obras públicas".
Si bien Fascendini consideró razonable no convalidar sobreprecios en las licitaciones, aseguró que "la mejor manera es tratar de ampliar la oferta" y aseguró que el gobierno "recién ahora que fracasaron las licitaciones abre el juego a las empresas que no son de la provincia". Así, "vamos al revés del mundo", dijo. "En todos lados el mayor porcentaje de la ejecución del gasto público lo hacen los municipios y nosotros no llegamos ni al 8,5% del gasto total".
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