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domingo,
04 de
diciembre de
2005 |
Los frigoríficos exportadores alertan
sobre una posible recesión en el sector
Advierten que la suba de retenciones atenta contra
la rentabilidad y desalienta nuevas inversiones
Claudio Berón / La Capital
Los principales frigoríficos exportadores del país temen que la suba de las retenciones a la exportación del 5 al 15 por ciento y la eliminación de los reintegros, que significaban el 5% del costo de la exportación, atenten contra el tonelaje exportado de aquí a fin de año y sobre el volumen de 2006.
Desde ya, las grandes industrias del rubro nucleadas en el consorcio ABC, especulan con que se entrará en una recesión y que la exportación bajará a menos de 500.000 toneladas.
Valga como ejemplo las vacaciones adelantadas que algunos ya pusieron en práctica, como el caso de frigorífico Swift, mientras que otros establecimientos redujeron la faena en un 30% y los más comprometidos pararon las plantas.
En una jornada organizada por el Círculo de Periodistas Agropecuarios (Capa) se dieron cita los frigoríficos exportadores más importantes del país, que en conjunto exportaron carnes frescas y manufacturadas por un monto cercano a las 650 mil toneladas, por un valor superior a los 1.000 millones de dólares.
De estas industrias, ya hay cinco que otorgaron vacaciones adelantadas a sus operarios, cerraron las plantas hasta que no haya otras perspectivas o bien redujeron la faena. En estas condiciones se encuentran los frigoríficos Rioplatense, Swift, Arrebeef y Gorina.
Para la industria ubicada en Villa Gobernador Gálvez, uno de los jugadores más grandes del mercado ahora en manos del brasileño grupo Friboi, las vacaciones afectan a 2.000 operarios.
El consorcio ABC, integrado por unas 15 empresas, no puede escapar de la coyuntura y los tironeos del cambio de figuras en el Ministerio de Economía.
La semana pasada el consorcio empezó negociaciones con la cartera económica para evitar que las medidas implementadas afecten sustancialmente al negocio. A ellos se sumaron distintas cámaras del sector que reclamaron modificaciones en el reparto de la cuota Hilton.
En concreto, la propuesta a la que adhirió Unica, una de las cámaras más chica del rubro, consistía en que se gravara con un arancel de 2.500 dólares por tonelada la Hilton, pero que se eliminaran las nuevos incrementos de retenciones y quedara sin efecto la eliminación de los reintegros.
El presidente de Swift, Carlos Oliva Funes, dos días después de esta propuesta y con un nuevo escenario en el gobierno aclaró a La Capital: "Lo hicimos para ver qué se negociaba, estas medidas nos matan", dijo, pero deberán esperar los vientos que corran desde el despacho de Felisa Miceli, la nueva ministra.
En un intento de que el árbol no tape el bosque, los empresarios exportadores previeron para 2006 y 2007 un escenario con mercados nuevos.
El directivo de frigorífico Gorina, Carlos Ruisech, explicó que "este año se dio una fuerte demanda de Rusia y sabemos que el Mercosur está llamado a ser proveedor en el mundo de proteínas cárnicas". Además, explicó que "países como Túnez, Marruecos y Egipto van a demandar más carne argentina, a lo que debe sumarse que la fiebre aftosa en Brasil nos favorece", dijo.
"No olvidemos que nuestro país tiene acceso al 38% de los mercados internacionales y hay que pensar en el mediano y largo plazo", sostuvo.
Al develar los secretos del negocio, los empresarios admitieron que "la ganancia está en "mucho volumen con márgenes chicos", con lo cual "si las medidas afectan la cantidad, el negocio cae", sostuvo Oliva Funes. Advirtió que "los acuerdos de precios pactados con el gobierno no se pudieron sostener, pese a que estaban funcionando" y explicó que "se cayeron porque el gobierno impulsó medidas desacertadas".
Todos sus pares coinciden con este planteo y algunos, como Hugo Borrel, de ArreBeef, marcan que el nuevo avance tributario podría provocar un efecto boomerang en cuanto a los precios. "No se va a recortar el valor de la hacienda porque eviten los incentivos. Estamos en temporada de guarda de hacienda, cuando ésta salga de los corrales puede ser que contrariamente no baje y se mantenga o suba un poco más", dijo.
El fantasma que aterroriza al sector es Brasil, pese a que el ganado de ese mercado sufre focos de aftosa. "En 1976 teníamos 26 millones de cabezas y Brasil tenía 11 millones. Hoy nos triplican en cabezas y exportan tres veces más que nosotros, si no hacemos algo arrasan", dijo Rodolfo Constantini.
En tanto, Carlos Riusech acotó que "los volúmenes serán de Brasil y nosotros tendremos calidad y cortes". Los industriales saben que lo que define el difícil mercado cárnico es el precio. "Si pasamos los 2,60 pesos sostenidos en Liniers salimos del mercado competitivo internacional", disparó Constantini.
La pregunta que se impone es ¿quién pone los precios a la hacienda? El mercado, podría ser una respuesta lógica, pero se transforma en arriesgada. "No hay respuesta", dicen los entendidos.
En 2004 un supermercado pagó en Liniers un precio no real por 1.000 cabezas, esto convalidó ese piso. Por otro lado, hay operadores que juegan financieramente con las jaulas y se suman los productores que retienen por causas estacionales, dicen los empresarios. "No hay fijadores, hay negocios de todo tipo que marcan un precio", concluyen.
Otro tema que le preocupa al sector son las inversiones. ¿Qué razones justifican invertir en el país?, fue la segunda pregunta sin respuesta, sobre todo en este marco de medidas como el aumento de las retenciones.
"La Argentina y el sector no presentan alternativas de inversión, esperemos que el gobierno impulse las ganas", enfatizaron los industriales. Por ahora, ellos sólo esperan.
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Vacaciones adelantadas y paradas de planta anticipan un escenario recesivo.
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