Tarjeta roja. El juez trabajó en el Ministerio del Interior y ya había sido recusado por el ex comisario Ribelli

Apartan a Bonadío de la causa Amia por ocultar vinculación con Corach

El magistrado investigaba las irregularidades cometidas por Galeano en la pesquisa por la voladura de la mutual judía

El juez federal Claudio Bonadío ayer se quedó afuera de la investigación por los delitos cometidos en la causa por el atentado a la Amia merced a una dura decisión de la Cámara Federal, que lo denunció ante el Consejo de la Magistratura por omitir informar sus vínculos laborales con el ex ministro de Interior Carlos Corach.

La causa, abierta hace casi cinco años, quedará ahora en manos del juez federal Ariel Lijo, uno de los últimos magistrados llegados al fuero por concurso y, a su vez, ex secretario de la Sala I de la Cámara, la misma que integrada por conjueces separó a Bonadío.

Los camaristas Gustavo Bruzzone, Jorge Rimondi y Juan González entendieron que Bonadío, ex empleado de la Secretaría Legal y Técnica en la presidencia de Carlos Menem, podría incurrir en falta de imparcialidad debido a que Corach está imputado en la causa.

Además, consideraron como "relevante" a la hora de enumerar motivos para apartarlo el hecho de que Bonadío había sido denunciado por un otrora procesado, el ex comisario bonaerense Juan José Ribelli, absuelto en un juicio oral y público.

Pero lo más grave para los camaristas fue que el juez "se limitó a negar su desempeño" en Interior, donde por error lo había ubicado trabajando en tiempos de Menem la denuncia que presentó el abogado de Ribelli, José Manuel Ubeira.

En realidad, Bonadío negó ese dato "sin la más mínima referencia a su vinculación personal con Corach", advirtieron los camaristas en la resolución.

Por trámites encargados por los conjueces, se probó en forma "oficial" que el juez "fue colaborador directo del imputado en los diversos destinos que ocupó en el área de Presidencia de la Nación" durante 4 años.

Por ello, el tribunal denunció la conducta de Bonadío ante la Comisión de Disciplina del Consejo de la Magistratura, donde también se acumulan otras querellas por irregularidades en el trámite de esa causa, una de ellas promovida por la Unidad Amia del Ministerio de Justicia.

Para los conjueces "asiste razón" a Ribelli "respecto del hecho en el que fundó su alegación de falta de imparcialidad, más allá del error en el que incurriera al comenzar su presentación" porque mencionó a Interior "cuando, en realidad, fueron otros los destinos compartidos" con Corach.

Los camaristas acotaron que documentación de Presidencia sobre las funciones que desempeñó Bonadío, en las que aparece como asesor de Corach, "genera serias dudas sobre la corrección de la conducta del recusado, al omitir toda referencia expresa a ello" cuando rechazó el planteo de Ribelli.

El magistrado fue subsecretario general de la Presidencia desde el 19 de septiembre de 1990 hasta el 8 de septiembre de 1992, cuando fue designado como subsecretario de Asuntos Legales de Corach, cargo que ocupó hasta el 30 de junio de 1994.

"La indicación genérica acerca de sus antecedentes laborales en el Ejecutivo lo tendría que haber conducido (a Bonadío) a reconocer el hecho objetivo que se planteaba, evitando la innecesaria dilación que la resolución de esta cuestión viene insumiendo", agregaron los conjueces.

La recusación de Bonadío fue planteada por Ribelli, quien estuvo detenido ocho años como supuesto "partícipe necesario" de la conexión local del ataque perpetrado el 18 de julio de 1994. Tras ser absuelto, el ex comisario apuntó al magistrado por su "relación funcional directa" con Corach.

Además, estaba denunciado por otro absuelto, el reducidor de autos Carlos Telleldín, quien lo acusó de "amistad manifiesta" con el ya destituído juez federal Juan José Galeano, otro de los citados a indagatoria que deberá declarar ante Lijo.

Bruzzone, Rimondi y González también ponderaron un informe de la jueza federal María Servini de Cubría, quien incluyó a Bonadío dentro de los denunciados en una causa que ella tramita.

Asimismo, los camaristas recordaron que, hace un mes, la Sala II de la Cámara, ante otra denuncia penal contra Bonadío, le hizo saber que debía evaluar "su apartamiento voluntario" de la investigación sobre irregularidades en la causa Amia.

El magistrado ignoró esta recomendación y, finalmente, ahora quedó fuera del caso, una noticia que lo sorprendió en uso de licencia y ausente de su despacho en los Tribunales Federales de Retiro.

Bonadío "omitió" declarar que había trabajado con Corach.