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sábado,
19 de
noviembre de
2005 |
La oferta de estudios para los graduados es variada y responde tanto a intereses académicos como laborales. El punto de discusión sigue siendo el financiamiento
Cuál es el mejor momento para cursar un posgrado
La tendencia indica que el inicio de una especialización, maestría o doctorado se inicia apenas se termina la carrera de grado
Fabiana Monti / La Capital
Frente a la tendencia de que las carreras de grado se acorten y condicionados por las nuevas exigencias de la vida laboral y académica, muchos graduados de carreras universitarias se preguntan cuál es el mejor momento para realizar un posgrado. La Capital consultó a distintos especialistas de universidades públicas y privadas y observó que no hay un parámetro establecido para evaluarlo, ya que depende en mayor o en menor medida de los intereses personales y las áreas disciplinares. No obstante la realidad indica que los graduados inician la experiencia de posgraduación cada vez más jóvenes.
El fenómeno del posgrado en Argentina ha tenido una mayor explosión en las últimas décadas, poniendo al alcance de los universitarios un abanico de posibilidades como son las maestrías, especializaciones y doctorados.
Lo cierto es que si bien en muchos casos esta oferta responde al paradigma de "educación permanente" también existe el debate sobre cierta tendencia a la mercantilización de la educación, ya que los mismos suelen ser onerosos y es escaso, por no decir nulo, el sistema de becas para solventarlos.
Si bien cada casa de altos estudios que ofrece posgrados impone ciertas condiciones para la aceptación de los alumnos, referentes de distintas universidades divergen acerca de si es mejor comenzarlo apenas finalizada la carrera o luego de haber tenido una experiencia laboral.
Lo ideal
Nicolás Scenna, director de posgrado de la Facultad Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) distinguió dentro del universo de posgrados que se ofrecen en la Argentina dos tipos: aquellos orientados a lo profesional que tienden a profundizar conocimientos para aplicarlos al ámbito laboral y aquellos que tienen un corte netamente académico, como los doctorados, cuyo principal objetivo es desarrollar nuevos conocimientos.
"En los primeros sería deseable alguna experiencia y en cuanto a los segundos, sería mejor iniciarlos desde más jóvenes para poder dedicarle más tiempo, aunque también es bueno tener alguna inserción previa", indicó Scenna y acotó: "Siempre en el tema está preguntarse para qué se hacen las cosas".
Para Alberto Petracca, secretario académico de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), no hay un parámetro establecido para evaluar cuál es el mejor momento para la posgraduación. "Lo más recomendable para seguir una especialización, una maestría o un doctorado es que se lo haga apenas se haya finalizado el grado". Sin embargo, Petracca diferenció los sentidos que se le den a estas decisiones de acuerdo a la carrera que se trate, y citó como ejemplo a las relacionadas con el área de salud, "donde en una especialización (que se puede realizar paralelamente a la práctica profesional) se profundizan temas que no se ven el grado".
Desde la extensión académica Rosario de la Universidad del Salvador, el coordinador de esa casa de estudios José Romero, opinó que es necesario iniciar una interfase de trabajo profesional antes de ingresar a un posgrado. "En las carreras docente, por ejemplo, se sugiere un piso mínimo de experiencia ya que esto favorece el feed back con los nuevos aprendizajes; pero en otras más nuevas como los agronegocios hay estudiantes más jóvenes, ya que en algunos ámbitos los posgrados son exigidos desde lo laboral".
Romero también resaltó cómo se desvirtúa el tema de la capacitación basado en el paradigma de la educación permanente frente a cierta tendencia de la mercantilización que achica a las carreras de grado en función de seguir con posgrados que son pagos. "Los límites son muy finos y es algo a lo que hay que estar atentos", señaló.
En tanto, desde la Facultad Austral, donde se dictan posgraduaciones ligadas al mundo empresarial, Marcelo Rossi plantea que la experiencia previa es más sugerida para las maestrías más generalistas como la de negocios, donde es importante la inserción laboral, porque es relevante el intercambio de experiencias.
Tendencias
En la Argentina la tradición de los doctorados es más reciente, por lo cual una gran parte de quienes los cursan son personas con cierta trayectoria académica o laboral. En tanto que en el caso de las maestrías y especializaciones, la actual tendencia indica que lo inician graduados más o menos jóvenes.
La experiencia de la Universidad Abierta Interamericana(UAI), según Leandro Farré, indica que según la maestría que se elija, en su mayoría los profesionales tienen una inserción laboral previa y acreditan entre 1 y 10 años de graduados.
Desde la Universidad Católica Argentina, Carolina Denovi coincide que tanto en las especializaciones como en las maestrías quienes las cursan son nóveles a diferencia de los doctorados que son personas con más experiencia.
De todas maneras, un dato que no se puede dejar pasar es que a pesar de la gran cantidad de oferta de posgrados, según un trabajo realizado por la Universidad de Belgrano y el Conicet, el 12 de los ingresan a este tipo de estudios logran cumplimentarlos. Uno de los principales motivos es la implicación full time de los mismos y la falta de un sistema de becas consolidado que les facilite esa implicación, quizás una de las mayores deudas pendientes del sistema de posgraduación.
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Fotos
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Según un estudio de la Universidad de Belgrano, los posgrados crecieron un 144,8 %.
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