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domingo,
25 de
septiembre de
2005 |
Mejoría sin réditos
Tiro Federal estuvo cerca, pero sumó otra caída
Elbio Evangeliste / Ovación
Capital Federal / Enviado especial. Cada vez se hace más difícil encontrar las palabras adecuadas para analizar el presente de Tiro Federal. Ni con técnico nuevo, ni plantándose bien ante uno de los cucos del torneo pudo torcer la realidad que lo viene aquejando desde su debut. Anoche, lejos estuvo de merecer tres puntos pero el empate no le hubiera caído para nada mal. Es cierto que el final mostró a un equipo desdibujado por las propias urgencias, pero antes de eso había exhibido algunos síntomas saludables. Sin embargo, a esta altura el resultado es lo que realmente cuenta. No por nada, por iguales merecimientos, el equipo de Ludueña ya se comió a un técnico.
El organigrama táctico que Solari pergeñó en los pocos días que estuvo al frente del plantel no contó con el suficiente tiempo para ser evaluado. Las dos líneas de cuatro (bien juntitas) rápidamente debieron desarticularse cuando a los 8' Basualdo tocó abajo a Agüero, en una jugada que no revestía demasiado peligro. Pompei marcó penal y Frutos hizo su parte.
Lo mismo debió hacer el árbitro un minuto después, luego de que el arquero Leyenda derribara a Cámpora dentro del área. Con esto, y teniendo en cuenta el antecedente de las anteriores siete fechas, la primera sensación fue que el partido se había terminado. El gran interrogante era saber cómo iba a hacer Tiro para sobreponerse a semejante mazazo.
El resultado terminó imponiendo su propia verdad, pero el juego sirvió como un aliciente porque esta vez el tirolense alcanzó a marcar supremacía, y así Leyenda comenzó a tener real participación.
Un despeje de Pusineri sobre la línea, un remate de Basualdo desde una posición inmejorable y otra de Buján, que se fue cerca del palo izquierdo, bien pudieron torcer el rumbo del encuentro.
Igualmente, esa osadía de buscar incesantemente tuvo como contrapeso algunos desacoples defensivos que en más de una oportunidad pusieron en aprietos a Vivaldo. Todo esto, con un Independiente que por momentos pareció sobrar el partido.
La primera sensación fue que Solari tardó en meter mano en el equipo. Es que con el resultado adverso y con poco más por perder bien hubiera podido poblar la zona de ataque. A Cámpora le costó cada vez más ser el incisivo llanero solitario del primer tiempo, De Bruno empezó a sentir el desgaste y la cosa, de a poco, empezó a empeorar.
Nunca pareció ser difícil entrarle a un dubitativo Independiente. De hecho, las chances estuvieron, sólo que con el correr de los minutos el típico empuje fue tomando mayor cuerpo.
Con la desesperación del final, Independiente terminó dejando una mejor imagen. Hasta que eso sucedió, el resultado tenía visos de injusticia. Pero más no se pudo hacer. Otra vez hubo merecimientos, pero sólo eso. Y está claro que a esta altura Tiro debe servirse de algo más que de meras intenciones.
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Fotos
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Frutos le gana en el salto a Adrián Marcero Romero.
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