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domingo,
18 de
septiembre de
2005 |
El Vaticano revela los últimos momentos del Pontífice polaco
Juan Pablo II falleció
pidiendo que lo dejaran
"ir a la casa del Padre"
Las últimas palabras comprensibles pronunciadas por el Papa Juan Pablo II fueron "déjenme ir a la casa del Padre", dichas en polaco y con una voz muy débil, la tarde del 2 de abril, según un informe oficial del Vaticano difundido ayer.
El Vaticano decidió publicar en los próximos días en el Acta Apostolicae Sedis una especie de gaceta oficial, un informe de unas 200 páginas sobre los últimos dos meses de Wojtyla, que reconstruye su enfermedad y su muerte.
Antes de su publicación, trascendieron detalles que referidos a algunos puntos controvertidos de las últimas horas de vida del Pontífice. En particular, el informe desmiente que el Papa polaco haya entrado en coma el 2 de abril por la mañana, como sostuvo gran parte de la prensa internacional, incluso luego de que el Vaticano lo desmintió.
El miércoles 30 de marzo, la última vez que Wojtyla se presentó en público desde su estudio con la sonda nasogástrica, todos recuerdan los enormes esfuerzos que hizo para hablar. El acta define ese momento como el "último statio pública de su penosa Via Crucis".
El jueves 31, según la reconstrucción, "poco después de las 11 el Papa, que había sido llevado a la capilla para la celebración, fue golpeado por un fuerte temblor, al cual siguió una fuerte subida térmica, hasta 39,6".
"Se había puesto en marcha un gravísimo shock séptico, con colapso cardiocirculatorio debido a una verificada infección en las vías urinarias. De inmediato fueron tomadas las apropiadas medidas terapéuticas y de asistencia cardiorespiratoria. También era respetada su voluntad de permanecer en su habitación", se agrega en el acta.
En la misa, "que el Papa concelebraba con los ojos semi cerrados", el cardenal Marian Jaworski administró al pontífice la extremaunción.
Respecto del viernes 1º de abril, que todos recuerdan como el día del boletín médico difundido a primeras horas de la mañana y que no daba esperanzas, al informar sobre una septicemia en curso, en el acta se expresa: "La situación era de notable gravedad, caracterizada por el alarmante compromiso de los parámetros biológicos y vitales. Se instauraba un cuadro clínico de insuficiencia cardiocirculatoria, respiratoria y renal. El paciente, con visible participación, se asociaba a la continua oración de los que lo asistían".
En la plaza San Pedro se oraba por el Papa y todos pensaban que el final de su vida era inminente, pero según la información del Vaticano logró pasar la noche.
El fin
A las 7.30 del 2 de abril, día del deceso, el Pontífice "comenzó a presentar un inicial compromiso de la conciencia y a últimas horas de la mañana recibió por última vez al cardenal secretario de Estado", Angelo Sodano, e "iniciaba luego una brusca elevación de la temperatura".
Hacia las 15.30, con voz muy débil, en polaco, Wojtyla había pedido que lo dejaran ir a "la casa del Padre". Poco antes de las 19 entró en coma y el "monitor documentó el progresivo agotamiento de las funciones vitales", dice el informe.
La muerte llegó a las 21.37 y fue verificada por el médico personal Renato Buzzonetti, también con un electrocardiograma prolongado por más de 20 minutos, prosigue la versión.
El relato de actas reafirma oficialmente la reconstrucción hecha por los médicos en vía confidencial tras la muerte del Pontífice.
Los médicos habían insinuado que Juan Pablo II pronunció una frase "muy bella y de contenido espiritual", poco antes de morir, que no habían sido autorizados a referir. Ahora se dice que esas últimas palabras fueron probablemente "déjenme ir a la casa del Padre". (Télam)
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