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miércoles,
17 de
agosto de
2005 |
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Charlas en el Café del Bajo
-Tengo hoy una pregunta y una respuesta de unos amigos: Mónica y Norberto Martínez. Ellos se preguntaron: ¿qué es ser padres?
-Menuda pregunta: ¿y qué cosa se respondieron?
-Escuche porque es interesante y se refiere a los verdaderos lazos que unen a padres e hijos: "El rol de padres se ejerce, de lo contrario no se es padre. Motiva la presente el hecho de que, como vemos a diario, chicos de 3, 4 y 6 años quedan a la deriva en las calles de la ciudad".
-Perdón que lo interrumpa, pero es cierto el abandono al que es sometida la niñez en esta ciudad y, desde luego, en todas las ciudades del país es patético. Ya hemos considerado varias veces este tema. No obstante, y de paso lo expreso, debe mover a cierta dicha el suceso de que tantas personas y organizaciones no gubernamentales se interesen por el tema. Pero siga.
-"Todos los hijos deben ser adoptados como tales -dicen Mónica y Norberto-, tanto los adoptivos como los biológicos; la sola relación sanguínea no habilita a desentenderse de esos roles maternos y paternos. Lamentablemente, la suspensión de la patria potestad por parte del Estado se ve impedida por criterios que defienden los derechos de los adultos sin importar los derechos de los niños, sosteniendo que la relación biológica da el derecho al mantenimiento del vínculo sin interesar el resultado sobre los menores. Si este es el criterio adoptado, entonces la comunidad en su conjunto y el Estado, como organizador económico-social, se tienen que hacer cargo del futuro de estos niños, ya que de otra manera será nefasto para ellos y para toda una sociedad que los excluirá irremediablemente".
-Tema para el debate.
-"Nos referimos a casos -añaden- como los que son de dominio público y como tantos que vemos a diario, que son prácticamente de «abandono de personas», casos donde se está infringiendo lo más básico de los derechos humanos como el cuidado, el afecto y la atención de un menor, dejando a un niño de 3 ó 4 años en estado de total indefensión en las calles de una ciudad, sin interesarse por ellos y cometiendo un delito que no se puede justificar. La humildad, que seguramente se podrá esgrimir como justificación, no tiene nada que ver con el desapego y el desamparo a que se exponen estos niños. Una vida sencilla será valorada en el futuro por cualquier hijo que haya recibido una crianza cariñosa y amorosa de parte de sus padres, esos padres que se esforzaron por cumplir el rol de mamá y de papá, mucho más allá del derecho que les confiere el haberlos gestado biológicamente. Cualquier individuo merece satisfacer la necesidad más básica que es ser querido y amado, y eso lo pueden lograr a través de personas que quieran y deseen ser mamá y papá. El amor y el afecto lo pueden todo, sería importante lograr quienes se los puedan brindar.
-Claro, los amigos se refieren seguramente a ciertos casos de abandono de niños que la Justicia ha restituido a sus padres biológicos y por eso traen a colación el asunto de la patria potestad. Un tema que no sólo se circunscribe a este tipo de abandono. ¿Qué opina usted, Candi?
-Desde siempre sostuve que la sangre, por sí sola, no da derechos ni garantiza la solidez y bondades del vínculo. El vínculo fuerte, esencial y elevado se afirma en el espíritu, a través del amor, y en la estructura psíquica, a través de una suerte de simbiosis de variada naturaleza entre padres e hijos, que determina circunstancias únicas que forman parte del desarrollo y consolidación del propósito de la naturaleza humana. Considerar que los lazos de sangre son primordiales es una bestialidad, dicha esta palabra en el sentido más estricto de su significado. Quiero decir que considerar lo biológico por sobre lo espiritual y psíquico es hacer descender la esencia humana a una escala en la que se encuentran nuestros hermanos menores, los animales. Aunque debo aclarar siempre lo mismo: tal como van las cosas en la humanidad ya no sabemos si son en realidad hermanos menores, porque no son muchas las especies que abandonan a sus crías sin haber aprendido, primero, a sobrevivir. Casi ninguna ¿verdad? Esto marca, como ya hemos dicho, la involución del hombre en ciertos aspectos. Cada vez quiere ser, pareciera, menos imagen y menos semejanza del creador. Alguna vez podríamos tratar qué cosa significa este: "Haremos al hombre a nuestra imagen y semejanza". Creo que sería interesante.
-Y polémico. Bueno, hasta mañana.
Candi II
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"Ser de izquierda es ser la minoría de la sociedad"
Luis Patti
Líder de Paufe
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