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domingo,
14 de
agosto de
2005 |
Se agrava el conflicto por la reactivación del programa atómico iraní
Bush no descarta el uso de la fuerza
militar contra Irán por su plan nuclear
Teherán también enfrenta a Europa, a la que rechazó su oferta de combustible atómico, y a la ONU
Washington. - El presidente estadounidense, George W. Bush, afirmó que apuesta a una solución diplomática al conflicto por el programa nuclear de Irán, pero que no descarta ninguna posibilidad, en alusión a la fuerza militar. Bush recibió una dura réplica del jefe de gobierno alemán, Gerhard Schroeder, quien ayer inauguró su campaña en pos de la reelección en septiembre. Irán comenzó esta semana a reactivar un centro para enriquecer uranio, pese a los reclamos de Europa y la agencia de Naciones Unidas para la energía nuclear, que temen como Washington que esta actividad lleve a la construcción de armas atómicas.
"Todas las posibilidades están sobre la mesa", advirtió Bush, durante una entrevista al Canal 1 de Israel. "El empleo de la fuerza es la última opción para cualquier presidente", explicó. Bush argumentó que Estados Unidos "tuvo que emplear la fuerza en el último tiempo", en alusión a Irak, para mantener la seguridad nacional y afirmó que como comandante en jefe de las fuerzas armadas de su país estuvo dispuesto a hacerlo como último recurso.
Bush explicó que según sus últimas informaciones los iraníes se niegan a responder a los reclamos de la comunidad internacional, que pide a Teherán que renuncie al desarrollo de armas atómicas.
Schroeder contra Bush
Bush recibió una rápida respuesta del canciller alemán, Gerhard Schroeder, en su inicio de campaña para las elecciones anticipadas de septiembre. Para Schroeder, una opción militar es "sumamente peligrosa" y descartó que bajo su gestión Alemania vaya a participar en una solución armada. Schroeder advirtió a Bush que no se debe buscar una salida militar. "Quiten las opciones militares de la mesa, hemos comprobado que no sirven para nada", dijo en un mitín proselitista en Hannover. Schroeder tiene escasas posibilidades de ser reelecto canciller en septiembre y todos los sondeos indican que perderá a manos del centroderechista partido CDU, formación política de mejor relación con los republicanos estadounidenses.
Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, dijo que la Unión Europea sigue estando dispuesta a negociar con Irán aun cuando el gobierno de la república islámica haya decidido reanudar el procesamiento de uranio en la central de Isfahan y rechazar el tentador paquete de facilidades económicas y de provisión de combustible nuclear que le ofrecía Europa.
El jueves, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (Aiea) de la ONU aprobó una resolución que insta a Irán a cerrar de nuevo la planta de Isfahan, resolución que Bush saludó calificándola de "primer paso positivo", mientras que las autoridades de Teherán la rechazaron. La Aiea, sin embargo, no envió el caso iraní directamente al Consejo de Seguridad de la ONU, como deseaba Estados Unidos.
El influyente político y ex candidato presidencial iraní Akbar Hasehmi Rafsanyani condenó la resolución contra Irán y afirmó que es "represiva" y va contra todas las normas legales. "¿Cómo puede una organización internacional como la Aiea aprobar de manera unánime una resolución que prohíbe a un Estado miembro el derecho (a un programa nuclear pacífico) que la misma organización ha garantizado oficialmente a todos sus miembros?", se preguntó Rafsanyani.
En tanto, en la capital iraní se registraron protestas antieuropeas en las que participaron unas 1.500 personas. Entre las consignas que se escucharon estaba la de "Muerte para Europa".
El 3 de septiembre, fecha decisiva
La Unión Europea quiere decidir sobre una ruptura de negociaciones con Irán después de ver el informe que presentará el director general de la Aiea el 3 de septiembre. Esta vez la deliberación del consejo directivo de la Aiea podría derivar en una remisión del caso iraní al Consejo de Seguridad, si la actitud de Teherán no cambia. Ayer llegaron a Teherán cuatro dirigentes de la Aiea, con el fin de entrevistarse con las autoridades y pedirles que suspendan las actividades en Isfahan.
Tras más de ocho meses con Isfahan parada, el miércoles se reanudó a pleno rendimiento el procesamiento de uranio en esa central. Allí se produce el gas hexafluoruro de uranio a partir de mineral, un paso previo al enriquecimiento. La Unión Europea considera la decisión iraní una ruptura de sus acuerdos con Teherán, firmados en París en 2003.
Además, el Parlamento de Irán estudia cancelar el acuerdo firmado en 2003 con la "troika" de la Unión Europea, formada por Gran Bretaña, Francia y Alemania, y por el cual Teherán se comprometió a suspender el enriquecimiento de uranio. El jefe de la comisión de energía del Poder Legislativo, Kamal Daneshyar, señaló que el Parlamento está preparando un borrador que anularía el convenio firmado por Irán en 2003 y permitiría al gobierno reanudar las actividades en la planta nuclear de Natanz, en el centro del país.
Daneshyar advirtió de que si la UE y Estados Unidos siguen con sus "amenazas", Teherán incluso podría anular su compromiso con el Tratado de No Proliferación Nuclear, el acuerdo marco internacional para evitar la proliferación, del cual Irán es signatario. Corea del Norte se salió del TNP en 2002, y afirma haber desarrollado armas atómicas.
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Fotos
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Imagen satelital del centro de enriquecimiento de uranio de Isfahan.
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