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domingo,
14 de
agosto de
2005 |
Inocente por ahora
Los servicios secretos de Estados Unidos sostienen que hasta ahora no hay pruebas que involucren al nuevo presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, en la toma de rehenes en la embajada estadounidense en Teherán hace 25 años. Según el Washington Post, el gobierno cuenta con un informe de inteligencia según el cual la identificación de Ahmadineyad como uno de los líderes de la toma es errónea. Estudiantes iraníes mantuvieron secuestrados a 52 estadounidenses desde noviembre de 1979 hasta enero de 1981. Poco después de la elección de Ahmadineyad, varios ex rehenes afirmaron que el político ultraortodoxo era uno de los líderes de los secuestradores, lo que fue negado por el propio Ahmadineyad. Estas acusaciones llevaron a Estados Unidos a preguntarse si al presidente iraní se le debía negar el ingreso al país para asistir a la Asamblea General de la ONU que se realizará el mes próximo en Nueva York. George W. Bush dio a entender que las autoridades estadounidenses le otorgarían el visado de entrada.
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