Chajarí: lo que da la tierra

Fabiana Monti / La Capital

Chajarí es una tranquila localidad de Entre Ríos, ubicada a 530 kilómetros de Rosario. La colonia de descendientes de inmigrantes italianos dedicados a la producción citrícola, viró su naturaleza agraria para sumar sus parques termales y la calidez provinciana a una alternativa turística. La ciudad es una opción ideal para escaparse de los ruidos ciudadanos y disfrutar de un refugio rodeado de bosques, quintas y lagos.

Chajarí aparece en un juego de calles pavimentadas y de tierra con una historia de 133 años. Fue fundada bajo el nombre de Villa Libertad, cuando 30 familias de inmigrantes italianos comenzaron a trabajar cuatro cuadras de tierra alrededor de las cuales había un lago donde vivían los chajás. De allí surgió el cambio de nombre, de origen guaraní, que significa "arroyo del chajá".

Con una población de 32 mil habitantes que se muestran solícitos al turista, en el ejido urbano se puede visitar el centro comercial. Por las avenidas principales se arriba a la parte vieja de la ciudad, como el bar Comas, antiguo almacén de ramos generales o la iglesia de Santa Rosa.

Chajarí se enorgullece de sus orígenes inmigrantes que muestra a través de monumentos o en las colonias alrededor de la ciudad. Allí, las naranjas, las mandarinas y los salames, son expuestos con orgullo para la delicia del visitante.

Famosa por su perfil citrícola, las plantas de exportación y los galpones de empaque del citrus, son lugares que merecen ser visitados, al igual que el museo de la actriz Camila Quiroga donde se respira la historia de la región.

Ubicado dentro de 40 hectáreas parquizadas, a dos kilómetros del centro urbano, se encuentra el Parque Termal Chajarí inaugurado en octubre de 2001. El parque cuenta con 6 piletas con iluminación subacuática, de las cuales cuatro poseen hidrojet de encendido regulado, una ofrece una cascada de agua termal y la tercera es cubierta, para disfrutar aun con mal tiempo. Las dos restantes están diseñadas para los más chicos y desde el 2003 posee una pileta semiolímpica cubierta, donde se mezcla el agua termal con la fría.

En el predio, que es municipal, se emplazan comercios como un salón de artesanías y restaurantes, además de un camping totalmente equipado y un complejo privado de bungalows.

En las vacaciones de invierno el parque ofrece actividades recreativas como torneos de vóley, aquagym y entretenimientos para los más chicos, entre otras opciones.

Si de playas se trata, a unos kilómetros del centro de Chajarí están las arenas del lago Salto Grande, que disponen de un camping para descansar en contacto con la naturaleza.

Los lugareños acuerdan que no hay una época del año ideal para recorrer la ciudad, sino que cada estación tiene su magia.