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 domingo, 10 de julio de 2005  
Un muerto tras una reyerta entre vecinos
Todo comenzó con el reclamo de un padre al novio de su hija de 14 años. Y terminó cuando sonó un balazo calibre 16

"Fue como la historia de Romeo y Julieta, pero en la villa de 27 de Febrero y Benítez". Así sintetizó un pesquisa la reyerta entre vecinos que terminó ayer por la tarde con un joven de 22 años muerto de un disparo en el pecho. Fue con un pistolón calibre 16. Todo comenzó con el reclamo de un padre dolido. Su hija de 14 años salía con un vecino cuatro años mayor que ella, algo que no le simpatizaba. Por eso fue a la casa del novio a pedir explicaciones, lo que derivó en una reyerta a golpes de puño, que terminó cuando el hermano del pretendiente cayó fulminado por un disparo en el pecho. Así de simple y de descarnado.

En la seccional 32ª hay cuatro detenidos a disposición del juzgado de instrucción 3ª. Uno de los detenidos habría confesado ser quien jaló el gatillo. Fuentes policiales identificaron a la víctima como Claudio Cristian Musín de 22 años. El joven murió cuando un disparo calibre 16 le impactó en el pecho. Hubo una sóla detonación.

Todo sucedió durante la sobremesa del 9 de julio en la villa de 27 de Febrero y Circunvalación. Allí, pasillo por medio, viven los Moreira y los Musín. En los pasillos del humilde barrio era vox populi que Gustavo Adrián Musín, de 18 años, estaba de novio con Kita, la hija de Carlos Moreira, de 42 años. A los Moreira la relación no les pasaba por la garganta. Ellos, según fuentes de la investigación, estaban orgullosos de ser una familia pobre, pero de laburantes honrados y no miraban de la misma manera a los Musín. Cansado de exigirle a su hija que terminara con la relación, Carlos Moreira salió de su casa, cruzó el pasillo y se fue a la casa de los Musín.

Nadie pudo precisar cuánto tiempo pasó entre que Moreira golpeó las manos para anunciarse y se agarraron a las piñas entre vecinos. Pero Carlos Moreira no había ido sólo. Lo acompañaba su hermano Diógenes, de 33 años. Al encuentro salieron de la vivienda de los Musín, Gustavo -blanco de los insultos-, Claudio y el padre de estos, Ramón, de 43 años. "Mientras se agarraban a las piñas alguien peló una faca casera", contó un pesquisa. "Ante eso del otro lado sacaron un 38 largo. Fue entonces que Diógenes tomó un pistolón calibre 16 y le pegó un tiro en el pecho a Cristian Musín. El pibe cayó fulminado. El arma era muy fea, descuidada, pero se ve que tiraba bien", explicó el vocero.

Claudio Musín estaba muerto sobre la tierra cuando los efectivos de la 32ª y del Comando Radioeléctrico arribando al lugar. Los uniformados se llevaron detenidos a Carlos y Diógenes Moreira -quienes tenían algunos golpes y cortes en la cara y la cabeza- y también a Ramón y Gustavo Musín, padre y hermano de la víctima. También secuestraron el pistolón, un revólver Eibar calibre 38 largo y una chuza casera.
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