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domingo,
10 de
julio de
2005 |
Efemérides
Un 10 de julio
Guillermo Zinni / La Capital
De 1949: El director Vittorio De Sica se consagra con "Ladrones de bicicletas" Al finalizar la Segunda Guerra, Italia se encontraba empobrecida y destruida. Los italianos debían enfrentar la pobreza y el desempleo en medio de ciudades en ruinas, y éste será el caldo de historias, hechos y personajes de que se nutrirá un tipo característico de cine de la posguerra que fue llamado "neorrealismo". La cinematografía misma pasaba por apuros económicos: no había presupuesto para largometrajes ni para pagar a los actores y hasta Cinecittà estaba desmantelada y se había convertido en campo de refugiados. En escenarios naturales, con escasez de medios y hasta utilizando como actores a personas comunes, el neorrealismo presentó al mundo la trágica imagen de la posguerra, pero con una gran carga de humanismo. Fue uno de los movimientos cinematográficos más importantes, tanto por la riqueza y valor de sus contenidos y por los aportes que hizo a la cultura como por las repercusiones que posteriormente tuvo en todo el séptimo arte mundial. Entre los primeros filmes de esta corriente se destacan "Roma, ciudad abierta" (1945) y "Alemania año cero" (1947), de Roberto Rosellini, "La tierra tiembla" (1948), de Luchino Visconti y "Ladrones de bicicletas" (1948), de Vittorio de Sica. Esta última, que es una adaptación del libro homónimo de Luigi Bartolini, está considerada como una de las joyas del cine universal y uno de los filmes clave del neorrealismo. La trama se desarrolla en un suburbio romano de la posguerra donde Antonio, un obrero desocupado, encuentra trabajo como fijador de carteles. Saca entonces del empeño su bicicleta, pero el primer día de labor un joven se la roba. Acompañado por su hijo Bruno y por un trapero amigo, inicia una penosa búsqueda que no dará ningún resultado. Desesperado por no encontrar el elemento indispensable para poder alimentar a su familia, Antonio termina robándose también él una bicicleta, pero es atrapado por la policía. Con este filme, donde se usaron exclusivamente actores no profesionales, De Sica, hasta entonces un realizador desconocido, obtuvo el 10 de julio de 1949 el primer premio del Festival Cinematográfico de Knokke (Bélgica), y esto significó también un triunfo para el neorrealismo italiano. Luego este filme recibió una serie de premios más, incluido un Oscar. Recientes investigaciones afirman que De Sica ayudó a salvar la vida de 300 judíos incluyéndolos como extras en la película "La puerta del cielo", que estaba filmando en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial. Para evitar que los capturaran y deportaran prolongó lo más que pudo su finalización, permitiendo así que eludieran el cerco nazi-fascista hasta la llegada de los aliados el 5 de junio de 1944. Otras obras maestras de este realizador son "Milagro en Milán" (1951) y "Umberto D" (1952).
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