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 domingo, 10 de julio de 2005  
Paisajismo
Vida en macetas

El jardín de los sin tierra es posible. Rodearse de verde no es un lujo sólo para los que tienen parque o grandes patios. Las macetas están para permitir que cualquier espacio, por reducido que sea, se convierta en fuente de vida vegetal.

Lo ideal sería contar con un proyecto, aunque sea muy simple, que guíe tanto la compra de los contenedores como de las plantas que irán adentro, sino el resultado final es, generalmente, una gran cantidad de macetas y macetitas que no tienen ninguna unidad (macetas de plástico de distintos colores, de cemento, de barro).

El estilo de la casa debería guiar la elección de las macetas y de las plantas para que el patio o balcón sea una continuidad del interior.

Materiales. Hay distintos tipos para los recipientes, los que comúnmente se comercializan son: cemento, fibrocemento, barro y plástico.

Los de cemento, por lo general, los venden pintados de color teja o gris, tienen como ventaja que son bastante económicos y vienen de muy diversas formas (cúbicas, jardineras, baldes, tinajas), pero son pesadas y no muy delicadas en su terminación.

Los de fibrocemento son un poco más caros que las anteriores pero más livianos y con mejor aspecto. Vienen de color gris, pero se las puede pintar. Las formas también son diversas (cúbicas, cilindros, pailas, jardineras, prismas).

Los de barro, por ser naturales, siempre quedan muy bien pero son bastante caros y más frágiles que los anteriores. Los recipientes de plástico son muy baratos, vienen de muchas formas y colores y además son muy livianos pero tienen un aspecto artificial.

Tamaños. La elección de la maceta tendrá que tener relación con la especie que se plante: si el recipiente es muy chico las raíces no tendrán el espacio suficiente y la planta no crecerá correctamente, y si es muy grande el agua puede quedarse estancada alrededor de las raíces.

Como regla general se puede establecer que para arbustos que miden entre 1 y 2 metros (los de segunda magnitud como Pittosporum nana, Nandina, Buxus sempervirens, etcétera) se precisan macetas mayores a 40 cm x 40 cm x 40 cm. Para árboles chicos (Acer palmatum, cítricos) se necesitan que sean mayores de 50 cm x 50 cm x 50 cm. Para las herbáceas (Thulbalgias, Hemerocalis, Agapanthus, etcétera) deberán ser mayores de 30 cm x 30 cm x 30 cm. Y las enredaderas se plantarán en jardineras de 30 cm x 30 cm x 80 cm o en macetas a partir de 40 cm x 40 cm x40 cm.

Para las enredaderas, como en casi todas las plantas, el desarrollo aéreo va en relación con su desarrollo radicular, es decir que en una maceta no logrará cubrir una pérgola o enmarcar un gran ventanal.

Plantación. Como primer paso hay que poner en el fondo de la maceta pedazos de macetas rotas o una capa de leca para asegurar un buen drenaje. Si la maceta está ubicada en el exterior se le colocará tierra de buena calidad, se le puede agregar resaca o arena para que no se compacte. A medida que se va plantando se debe apisonar la tierra alrededor de las raíces para afirmar bien la planta. Por último se riega lentamente para que absorba bien el agua.

Riego. Dependerá del sitio en dónde estén ubicadas las macetas, en pisos altos o terrazas serán más frecuentes porque el viento y el sol las reseca rápidamente, en sitios más protegidos o umbríos el riego será más espaciado. Lo importante es mantener una regularidad para el riego (es mejor que sean abundantes y espaciados a que sean diarios y escasos).

Cuidados. Es importante remover la tierra por lo menos una vez por mes, para evitar que se compacte impidiendo tanto el paso del agua como la aireación. También hay que controlar una vez al año que el orificio de drenaje no esté obstruido lo que asegura que la planta no se pudra por exceso de agua. Por lo menos cada 6 meses habrá que quitar una capa superficial de tierra y agregar nueva. Al cabo de un tiempo es probable que la maceta quede chica, entonces el crecimiento empezará a ser deficiente. Para esto hay dos opciones: cambiar por un contenedor del siguiente tamaño o conservar el mismo pero acondicionando la planta. Es decir que al quitarla se recortarán las raíces, se podarán algunas ramas y luego se agregará tierra nueva.

Jorgelina Rinaldi

Paisajista

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