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domingo,
10 de
julio de
2005 |
Exodo masivo
para evitar
la tormenta
Centenares de miles de estadounidenses de ciudades de la costa sobre el golfo de México congestionaban ayer las carreteras en busca de lugares seguros ante la proximidad del huracán Dennis, que dejó ya una estela de mortandad y ruina a su paso por Cuba y Haití. "Este es un huracán muy peligroso y confío en que todos ustedes no esperarán el último momento para salir", dijo en un mensaje por TV el gobernador Jeb Bush. Se calcula que un millón de estadounidenses evacuarán las zonas de riesgo.
El primer ciclón de la temporada se internó al mediodía en el Golfo de México y tomó rumbo norte, casi paralelo a la costa oeste de la península de la Florida, con vientos de 160 kilómetros por hora.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) informó a las 17 de ayer que el centro del huracán Dennis se hallaba cerca de la latitud 25,0 grados norte, longitud 84,0 oeste, a unos 619 kilómetros de Apalachicola, Florida.
Por sus vientos de 160 kilómetros por hora se mantiene en la categoría dos de la escala Saffir-Simpson de un máximo de cinco. Se encuentra mejor organizado que cuando salió de Cuba en la madrugada y podría ganar fuerza antes de llegar hoy o mañana a Louisiana, Alabama o Florida.
Key West, en el extremo sur de la Florida, a sólo 150 kilómetros de Cuba, escapó casi indemne al paso del huracán. Hubo árboles derribados, automóviles dañados y una inundación en la calle Duval, la principal de la pintoresca urbe turística.
El alcalde de Key West, Jimmy Weekley, dijo que el principal daño es el corte de electricidad. Unas 60.000 personas se quedaron sin el servicio por el derribo de postes eléctricos.
El mismo problema afrontaban centenares de miles de personas en Miami Beach, Fort Lauderdale, sectores de Miami y Hollywood, a unos 450 kilómetros al norte de los Cayos, una cadena de islas conectadas por la carretera US-1. Se calcula que medio millón de personas salieron de la región ante la proximidad de Dennis. (DPA)
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