Unos 670 coleccionistas de Rosario y el interior mostraron sus autos

Invasión tuerca en el parque Independencia

Los organizadores aseguran que 50 mil personas visitaron el III Megaencuentro Nacional de Automóviles en Rosario

Laura Vilche / La Capital

Hay quienes sostienen que las personas proyectan en el auto todo su erotismo y autoestima. Si es así, ayer en el parque Independencia, más de 800 coleccionistas de autos y motos de Rosario y localidades vecinas estaban con el amor propio bien alto. Porque al III Megaencuentro Nacional de Automóviles asistieron, según los organizadores, 50 mil personas que no dejaron de alabar, fotografiar y hasta filmar los ejemplares expuestos. Hubo para todos los gustos: antiguos, de competición y tuneados; todos impecables y pertenecientes a unos 50 clubes de tuercas del país. Lejos de esconder su orgullo, exhibieron sus autos acompañados de fotos, carteles, con la música al palo y hasta con sus premios alrededor.

La cita era a las 10 y la idea era culminar con la exposición a las 18.30. Pero poco antes de la hora de cierre, la gente no se movía del lugar. "El día soleado ayudó para que la muestra estallara de gente; con decir que no se encuentra un lugar para estacionar a cinco cuadras a la redonda", dijo exultante a media tarde, Andrés Arregui, el presidente de la Federación de Automóviles Contemporáneos Rosario Argentina (Facra), el mentor de esta reunión desde hace tres años.

La entidad reunió, junto a la Secretaría de Cultura del municipio, a 670 autos y 175 motos que se mostraron a todo lo largo de bulevar Oroño, desde Cochabamba (donde la fecha de césped hecha en una esquina del Laguito se había hecho especialmente en celeste y blanco en homenaje al Día de la Independencia) a Dante Alighieri. El único fin, mostrar las mejores galas.


Las vedetes
Los que ingresaron por Cochabamba y Oroño se toparon con el camión rojo con escalera mecánica de 1954, de la Asociación Bomberos Voluntarios de Rosario. Los chicos se cansaron de jugar a ser bomberos. Simulaban manejar, se calzaban los cascos y posaban para las fotos que les sacaba la familia.

Pero, las verdaderas vedetes ayer tenían cuatro ruedas. Dieciocho Renault Fuego y 45 Torino daban la bienvenida. Sus dueños se apasionan al hablar: "aerodinamia", "garra" y "potencia en el motor", fueron las palabras que se les caía de la boca. Norberto Dusso, de Capitán Bermúdez, mostró su Toro cupé modelo 67 y la estampilla que hizo el Correo Argentino con el ejemplar.

Allí nomás, una hilera de señoriales autos alemanes Unión (DKW). Había uno de 1935 con sólo 4.800 kilómetros de fábrica. Lo acompañaban varios de los años 60, que se que fabricaban en Sauce Viejo (Santa Fe).

Los fanas de Chevrolet, de los santafesinos departamentos San Martín y Belgrano, exhibían un modelo 38 con volante a la derecha, estribo de madera y capot con doble ala. Se sumaban las cupé Chevy cuatro puertas, los súper sport y un Belair modelo 56

Un sector especial estaba destinado a los autos antiguos. No faltaron los Fort T y un Mercury (Ford), del 56. Como contraste, a metros nomás, dos modernos Toyota de los 90. Y todo el Motoclub en pleno, con unos 50 vehículos en exhibición. Se destacaron una Puma del 55 (una moto que se fabricó durante el gobierno de Juan Domingo Perón), una Motobécane (francesa) del 40, una Harley Davison del 42 y una Kushman con sidecar, del 48.

El Falcon Club Rosario exponía 23 autos y el Fiat, un número similar: varios fititos, y un 1500 del 64 se promocionaban como la perlita. Y el Coche Rana Club de Villa Gobernador Gálvez hizo alarde tanto de modelos 3CV, como 2CV de los 60 y furgonetas (algunas de ellas recicladas: una como casa rodante y otra fileteada).

Pero los que sin dudas se hicieron ver y oír fueron los autos tunning. Los automóviles de quienes se encargan de hacer desaparecer toda huella original de la carrocería y el interior para transformarlos casi en un boliche al paso. "En el exterior le ponemos babero (agregado bajo el paragolpe), spoiler (prolongación en el lateral bajo la puerta), paragolpe trasero, alerón biplano, les sacamos las manijas y les colocamos cierre eléctrico y los pintamos llamativamente. Y adentro les cambiamos el tablero, lo musicalizamos, les ponemos neones, máquina de humo y hasta la play station. La idea es que nos pregunten: ¿Qué auto es?", desafió Juan Carlos Alonso.

Un Renault tunneado y rodeado de premios.