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sábado,
09 de
julio de
2005 |
Anclados en Aeroparque. Unos 1.500 pasajeros quedaron varados en la estación aérea porteña
Los conflictos aeronáuticos demoran
el inicio de las vacaciones
El paro de Aerolíneas, las amenazas de bomba a Austral y las asambleas de SW complicaron el panorama
El paro de actividades de los pilotos de Aerolíneas Argentinas, las amenazas de bombas a los aviones de Austral y el estado de asamblea permanente declarado por los trabajadores de Southern Winds complicaron ayer el escenario en el Aeroparque metropolitano y en los principales aeropuertos del país, sobre el inicio del fin de semana y de las vacaciones de invierno.
Es que a raíz de estos conflictos todos los vuelos programados por la empresa Aerolíneas Argentinas y algunos vuelos de la empresa SW no partieron ayer a la mañana, mientras que varios de Austral sufrieron demoras por amenazas de atentados explosivos, por lo que los pasajeros que se disponían a viajar por trabajo o a iniciar el descanso invernal quedaron varados en el Aeroparque.
Unos 1.500 pasajeros estuvieron varados ayer en el Aeroparque Jorge Newbery como consecuencia de un paro de los pilotos nucleados en la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla), a raíz de un conflicto con la empresa Aerolíneas Argentinas, debido a cuestiones salariales y por el despido de más de 30 trabajadores.
La situación también afectó a los vuelos de Austral Líneas Aéreas, del mismo grupo empresario, pese a que los pilotos de esta compañía (nucleados en Uala) no participan del paro de 48 horas que cumplió Apla desde anteayer al mediodía.
"Maniobra mafiosa"
El vocero de Aerolíneas Argentinas, Julio Scaramella, denunció ayer que varios vuelos programados de Austral no pudieron realizarse debido a que "se recibieron reiterados llamados sobre la existencia de bombas en los aviones", lo que obligó incluso a retornar a pista a un vuelo que acabada de partir con rumbo a Mar del Plata".
"Se recibieron al menos ocho amenazas de bomba en otros tantos vuelos de Austral -detalló Scaramella-. Se ponen los equipos en cabecera de pista para volar y de inmediato se reciben llamadas por la existencia de presuntas bombas, lo que obliga a bajar a los pasajeros, revisar el equipaje y el avión, retrasando toda las operaciones".
Scaramella calificó de "maniobra mafiosa que está realizando la gente que responde al titular del gremio de pilotos (Apla)" -con los que la empresa está en conflicto por temas salariales- y señaló que "le comunicamos esta situación a los ministerios de Interior y de Trabajo".
Los pilotos de Aerolíneas Argentinas iniciaron sorpresivamente anteayer al mediodía un paro de actividades de 48 horas en reclamo de una recomposición salarial del 40 por ciento y en rechazo "al despido de 30 trabajadores" de esa compañía.
El secretario gremial de Apla, Pablo Miró, rechazó la denuncia empresaria referida a las amenazas. "Desmiento rotundamente que los pilotos tengan alguna vinculación (al respecto). Pensar esto es poco serio y es no conocer el espíritu y la responsabilidad de los pilotos de Aerolíneas", dijo el dirigente gremial poco antes de ingresar a la reunión en Trabajo.
En declaraciones periodísticas Miró agregó que "además del reclamo por mejoras salariales, la empresa no ha renovado contratos, y ha desvinculado a algunos trabajadores de otras áreas, que casualmente son familiares directos de los pilotos".
Sobre esto último, Scaramella refirió que "un hijo de (Jorge Pérez) Tamayo, (titular del gremio) debió ser suspendido porque la Fuerza Aérea nos comunicó que estaba volando con una certificación falsificada".
Los pilotos de Apla hicieron el paro luego de que venciera un período de conciliación obligatoria dispuesto por Trabajo, en el que la empresa y el sindicato no llegaron a un acuerdo.
Pablo Miró agregó que "estamos desde hace diez meses con reclamos laborales, hemos acatado la sugerencia de Ministerio de Trabajo de una conciliación, se han acabado los tiempos y ejercemos nuestro legítimo derecho de huelga".
La cartera laboral citó a media mañana a una reunión urgente a las partes en procura de una solución al conflicto. Y al mediodía, encabezada por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se desarrolló en la sede de la cartera laboral una reunión conciliatoria entre representantes de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla) y de Aerolíneas Argentinas en procura de encontrarle una solución al conflicto.
Mientras se desarrollaba la reunión en Trabajo, cientos de pasajeros seguían varados tanto en el Aeroparque Metropolitano como en los de los principales aeropuertos del interior, y protestaban airadamente porque veían fracasar sus intenciones, en su mayoría, de iniciar sus vacaciones de invierno. (Télam y DyN)
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Cientos de pasajeros vieron cancelados o atrasados sus vuelos.
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