Año CXXXVIII Nº 48804
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
El Mundo
Opinión
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Escenario
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Salud 06/07
Autos 06/07
Turismo 03/07
Mujer 03/07
Economía 03/07
Señales 03/07
Estilo 02/07
Día de la bandera 20/06

contacto

servicios
Institucional

 sábado, 09 de julio de 2005  
"Un camino que de largo pasa a interminable"

Marcelo Menichetti / Escenario

Mientras unos cantan porque otros mueren, siguen las muertes de los más débiles. ¿Lógico? Una mente analítica dirá que es lógico que mueran los más débiles. Y aunque sea una verdad irrefutable, no deja de ser horrible. Hablamos de seres humanos: bebés, niños, adolescentes... Mientras los generosos cantan para crear conciencia con un festival gigantesco como el Live 8 -diez conciertos organizados por Bob Geldof, el mismo que inició Live Aid en 1984, y Bono-, los niños siguen muriendo como moscas en las calles de Africa, Asia y América latina como producto de la voracidad económica -un mal congénito de la condición humana-. Como si no fuera suficiente castigo, también hay muertes provocadas por bombardeos con "daños colaterales" o resultados no deseados. Hay bombas equivocadas que caen en medio de una boda o de un cumpleaños y producen un centenar de muertos. Otras son colocadas en trenes y subterráneos para vengar aquellas muertes "equivocadas". El precio de esos errores siempre es pagado por los mismos: los inadvertidos, los más indefensos, los menos aptos para la supervivencia, los más débiles.

En el mismo mundo Elton John, Paul McCartney, U2, Linkin' Park, Sting, Annie Lennox, Madonna, Pink Floyd, The Cure, Manu Chao, Shakira y más celebridades cantaron para que el Grupo de los 8 dé por cancelada la deuda de los países en extrema pobreza y mejore la ayuda para ellos. "El largo camino de la justicia", la consigna de Live 8, inspiró ese maratón de música que generó la adhesión masiva de hombres y mujeres en Londres, París, Tokio, Johannesburgo, Moscú, Berlín, Roma y Filadelfia. Un camino que de largo, pasa a interminable. ¿Hoy el Grupo de los 8 estará pensando en ayudar a los países más pobres o en tomar represalias por un atentado como el de Londres, que revela que ni los más poderosos están seguros en este vapuleado planeta? La música, esa mágica invención del mismo animal que mata y deja morir, puede tener la respuesta. Aunque parezca utópico, es necesario creer

en eso.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


cartelera
  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados