Iñaki Urlezaga se presenta esta noche con el Ballet Concierto en El Círculo

"Siempre voy a volver al clásico porque es el único estilo que me mantiene vivo"

El bailarín dijo que aunque incluye otros géneros en sus shows, prefiere diferenciarse con un perfil tradicional

Rodolfo Bella / Escenario

El bailarín Iñaki Urlezaga, al frente de su agrupación Ballet Concierto, se presenta hoy, a las 21.30, en el teatro El Círculo, Laprida y Mendoza. El programa incluirá las obras "Carmen", de Georges Bizet, y "Apolo" con música de Jacques Offenbach y coreografía de Oscar Araiz. Urlezaga contó a La Capital que nunca es posible recostarse sobre el reconocimiento público porque un artista tiene la obligación de superar permanentemente sus propios límites.

-Con tus años de experiencia, ¿te podés recostar sobre un nombre y una trayectoria o siempre existe la exigencia de rendir en consecuencia?

-Siempre existe esa exigencia, pero con los años creo que uno siente la seguridad de la forma en que se hace el trabajo. De todas maneras en mi carrera las cosas se dieron siempre de manera muy paulatina, nunca fue de un día para otro, ni "Operación Triunfo" y en 24 horas fui una estrella. Hice un camino muy lento y eso me da la posibilidad de tener una trayectoria que te deja cierta tranquilidad.

-¿Y te exigen en consecuencia a esa trayectoria?

-Las presiones son cada vez más altas porque la gente siempre quiere ver cosas nuevas, diferentes y eso implica una superación constante para llegar con algo novedoso y para que la gente siga reconociendo a Iñaki. Creo que los verdaderos artistas siempre van a ser personas diferentes en la sociedad; son seres iluminados que ayudan a reflexionar. Por eso creo que un artista, como cualquier persona, debe ser merecidamente respetado. Lo que pasa es que es muy complejo tratar de mantenerse siempre de la mejor manera, fiel a uno mismo y no alejarse del camino que uno tiene que es lo más importante. También es cierto que alguna vez nos podemos equivocar porque implica un gran esfuerzo ser un artista, y de los grandes, verdaderamente hay pocos.

-¿Cuáles son los principios de fidelidad a vos mismo?

-La doctrina personal que uno también tiene para la vida. Yo siempre tuve un tipo de perfil artístico y nunca hice un personaje de mi profesión ni de mi persona. Creo que eso es lo que me resguardó, y me permitió lograr que la gente me llegara a conocer fundamentalmente a través de mi carrera. Hoy, después de diez años de trayectoria, la gente sigue reconociéndome a través de lo que hago. Creo que algo debe haber para que eso pase. Pero tampoco nunca hubo más que eso. No tuve otro tipo de promoción y si la gente siempre vino a comprar lo único que yo le entregaba es porque hay confianza y respeto sobre eso.

-Decís que hay pocos verdaderos artistas, pero ¿qué pasa con una cantidad de personas que intentan hacerse un lugar en el teatro, la danza o cualquier otra disciplina?

-Quiero decir que ser artista es una militancia artística a través de los años. Alfredo Alcón, Norma Aleandro, Ernesto Sábato, Nacha Guevara o María Elena Walsh hay una sola. Es gente que verdaderamente con los años trascendió de una manera especial y quedó como inmortalizada en la memoria de la gente. Y no creo que todo haya sido tan casual. Creo que ellos tuvieron algo que los hizo permanecer en el tiempo.

-Vos viajás permanentemente y estás en contacto con realidades sociales y económicas muy diferentes a la Argentina, ¿ese respeto es igual en todas partes del mundo?

-Para empezar cuando hablo de respeto me refiero no sólo a los artistas, sino a todo el mundo. De todas maneras viajar a veces es bueno para abrir los ojos y a veces no es tan bueno si uno quiere al país del cual viene y ve algunas diferencias que todavía no pudimos resolver. A uno le duele ver algunas cosas que pasan en países del primer mundo y acá no. Por ejemplo, uno va a Suiza y me encantaría que Buenos Aires sea Zurich en algunos aspectos, pero estamos en Sudamérica.

-¿Te interesa darle al Ballet Concierto un perfil popular o tradicional?

-Dentro de las compañías privadas que hay, la de Julio Bocca o la de Maximiliano Guerra, creo que la mía por el repertorio que hace, es la más tradicional, la más clásica, que mantuvo una línea más académica. Me encanta hacer cosas como las que hacemos con Oscar, sobre todo cuando se trata la puesta a nivel teatral. Me fascina poder incursionar en ese lugar a través de la danza. Por otra parte también presento "Carmen" que es una obra contemporánea, pero clásica, o puedo hacer en otro programa "Don Quijote" y un acto de "El lago de los cisnes". Es cierto tipo de repertorio romántico que hace que el perfil de la compañía sea más tradicional, pero no fue una imposición. Se da a lo largo de los años que cierto tipo de bailarines elige bailar cierto tipo de obras y eso da la imagen de la compañía. Yo puedo hacer cualquier género, pero siempre voy a volver al clásico porque es lo que me mantiene vivo.

"Las presiones son cada vez más altas", afirmó Urlezaga.