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sábado,
09 de
julio de
2005 |
Yo opino
Momento de decisión
Espacio de opinión de chicos y jóvenes
Martín Audano (*)
Cuando nos encontramos cursando el tercer año del polimodal aparecen con fuerza muchas dudas y temores respecto a la carrera que vamos a seguir estudiando. Nos resulta harto dificultoso darnos cuenta qué es lo que nos gusta y si podremos luego desarrollar alguna profesión que nos reditúe económicamente.
Es un momento de decisión clave ya que el futuro comienza a estar cada vez más cerca y apremiante. Aquí entran en escena algunos problemas porque no sabemos qué hacer y nos da miedo aquello que llaman "salida laboral".
Muchos sienten que no están preparados adecuadamente para comenzar estudios terciarios y, ante tamaño desafío, optan por abandonar antes de empezar.
También creo que son pocos los colegios que preparan concienzudamente a su alumnado (entre ellos se encuentran el Superior de Comercio y el Politécnico), ya sea en bagaje de conocimientos como en la adquisición de responsabilidades acordes a tan trascendente etapa. Pero además opino que los adolescentes actuales somos reacios, en general, a encarar responsablemente la educación que nos brinda el colegio secundario.
Nos cuesta entender que en realidad, el futuro es hoy, que el saber es la llave que nos abre la puerta de una mejor calidad de vida, que a veces debemos resignar salidas, que no tenemos que estar tan absorbidos por el viaje a Bariloche, que existe un tiempo de dedicación al estudio que implica algunas renuncias al placer.
Es cierto que en esta edad se producen cambios vertiginosos y vitales que nos confunden y desorientan. Es por eso que estimo que las instituciones educativas debieran prestar más atención en ayudarnos a definir y a comprender lo crucial de una elección tan estratégica para nuestras vidas. De nuestra parte tendríamos que poner más entusiasmo porque, justamente, se trata de nosotros.
Sabemos que hay una educación en crisis y una realidad social de la cual no somos ajenos, pero si cada uno aporta lo suyo desde su lugar, será posible que ese futuro atemorizante de por sí, se convierta en un poderoso incentivo que nos saque de la abulia y las indecisiones. Los estudiantes formamos parte de un complejo proceso al que no le tenemos que sacar el cuerpo ni serle indiferentes.
Pensar y tomar conciencia es nuestro desafío para lograr cambios en lo individual y en lo grupal.
(*)Tiene 17 años y es de Rosario
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