Por la federalización. el "Documento Santa Fe" sobre el transporte de pasajeros cosechó la adhesión de 15 de sus pares

Las provincias exigen a la Nación redistribución de los subsidios

"Hay criterios distorsivos e inequitativos que privilegian a Capital Federal y Gran Buenos Aires", afirma el texto

Lucas Ameriso / La Capital

Quince provincias argentinas suscribieron el documento Santa Fe, donde el interior le exige a la Nación "una política de transporte de pasajeros que permita la igualdad de oportunidades para todos los habitantes del país". Es más, el texto toma conceptos "federalistas" del plan nacional lanzado por el presidente Néstor Kirchner para considerar que en la realidad estos "no se han vistos reflejados". Más aún, desde la subsecretaría de Transporte santafesina se entiende que la aplicación de subsidios nacionales "se hace con criterios distorsivos, inequitativos, privilegiando a Capital Federal y Gran Buenos Aires donde va el 70% de lo recaudado por el impuesto al gasoil". Como contrapartida, los funcionarios proponen crear un ente que controle la recaudación y distribución de estas partidas.

El duro documento de ocho carillas cosechó entre el miércoles y ayer la adhesión de representantes de 15 provincias argentinas y fue propuesto inicialmente por el subsecretario santafesino, Miguel Angel Latorre y sus colaboradores. El material fue girado a todas las provincias (todavía no lo suscribieron Tucumán, Capital Federal y Buenos Aires, entre otras) y será entregado al presidente de la Nación la semana que viene.

A la hora del análisis, el texto toma conceptos del plan de gobierno del propio Kirchner. "La política para el desarrollo regional apunta a corregir desigualdades. Es la construcción de una Nación integrada y para ello se requiere un trabajo conjunto de la Nación y las provincias", asegura el plan nacional para agregar: "La reconstrucción del Estado debe impulsar un auténtico federalismo".

Pero renglón seguido, el documento Santa Fe considera que estos postulados "no se han visto reflejados en el contexto del autotransporte público de pasajeros de las provincias".


Nuevas políticas
Para Santa Fe, la aplicación de subsidios nacionales se hizo con criterios "distorsivos" porque se mejora la ecuación costo-beneficio a las empresas de mejor recaudación.

Como contrapartida, el interior le solicita a la Nación la aplicación de "nuevas políticas que fortalezcan en transporte público de pasajeros interurbano, a través de la creación de programas propios para cada una de las jurisdicciones", tendientes a "corregir las desigualdades". Si esto no se lleva a cabo, "aumentarán los bolsones de pobreza".

Existen dos tipos de subsidios: el Sitau que se obtiene por un impuesto del 20,2% al gasoil y la tarifa diferencial que el transporte de pasajeros recibe de las petroleras. Las provincias entienden que son inequitativos y conspiran en contra de postulados que proclaman una federalización del sistema.

"Ello es así por lo disímiles que son entre sí los sistemas provinciales y el sistema nacional de transporte, si se tiene en cuenta casi exclusivamente la realidad de la jurisdicción nacional", continúa el documento Santa Fe.

Sobre la tasa que se cobra a todos los que consumen gasoil en el país, también se afirma que privilegia el sistema de transporte de Capital Federal y Gran Buenos Aires, en desmedro del interior del país "y en el que sólo se contempló los servicios urbanos". Lo único que se logró en esta materia es incluir los recorridos de coches provinciales de hasta 60 kilómetros.

Según se denunció, una situación "idéntica" ocurre con la distribución del gasoil a precio reducido. En rigor, aquellos servicios interurbanos que realizan recorridos de más de 60 kilómetros no reciben el Sitau, pero tampoco pueden aumentar sus tarifas y en vez de recibir el combustible a 0,42 peso como las empresas urbanas, lo toman a 0,62 peso por litro.


La propuesta del interior
Frente a todo lo expuesto, Latorre reclamó la urgente sanción de un decreto presidencial que modifique el coeficiente de participación federal a fin de sostener el transporte en las zonas "más desprotegidas, más alejadas y con menor cantidad de pasajeros".

También se solicita la inclusión al sistema de transporte interurbano al beneficio del gasoil al mismo importe del sistema urbano, es decir a 0,42 peso por litro, y que se lo incorpore a la distribución de los subsidios que provienen del Sitau.

El punto más polémico es la creación de una unidad de control constituida por todas las provincias que informe "sistemática y permanentemente los ingresos y egresos que componen el Sitau". Finalmente se exige la creación de un Consejo Federal de Transporte Intermodal, donde participen la Nación y las provincias en la elaboración de un Plan Nacional de Transporte.

También se cuestiona el impacto provocado por el último incremento salarial. Este supera en términos económicos el ingreso producido por la reducción del precio del gasoil por litro para el sistema interurbano de transporte como los provinciales con tarifas reguladas y muy desfasadas, que no registraron aumentos por falta de poder adquisitivo de la población. Para solucionar el problema los funcionarios entienden que deben recibir más subsidios para encontrar un equilibrio económico-financiero.

Sin subsidios, el servicio de ómnibus deberá subir las tarifas.