Paladares

Spaghetti místico

Cuando Pablo Künzel se hizo cargo de la cocina del restaurante del hotel Riviera pensó en recuperar una marca identificada con la buena gastronomía rosarina. El actual chef del restaurante (rosarino de nacimiento aunque le tocó radicarse luego en Buenos Aires) diseñó para ello una carta nueva integrada por platos clásicos con toques de la cocina gourmet y otros innovadores, de fusión, caracterizados por la mezcla de sabores surgidos de la inmigración que pobló la ciudad. Producto de esta idea surgió una carta original que alude a distintos lugares de Rosario (chuletas maristas, pollo Paseo del Siglo, ensalada Parque España, entre otros).

  En un cálido ambiente resguardado del movimiento habitual del hotel, el restaurante abierto al público ofrece para el almuerzo una nutrida mesa buffet más un plato principal que varía diariamente. Para la noche las opciones van desde codorniz con salsa de jerez y rosas rococó; chuletas de cordero con salsa de naranja y oporto, o risotto patagónico.

  Para esta edición de Estilo, el chef preparó estos spaghettis místicos. La receta fue creada por Pablo Künkel en Belo Horizonte (Brasil) y hoy es uno de los platos que más atraen a los comensales.

Preparación
  Hierva en abundante agua salada los spaghettis hasta que estén al dente. Retire, páselos por agua fría y reserve enaceitados. Corte la cebolla en pluma, el puerro, la zanahoria, la berenjena con piel y el zuccini en juliana fina (bastones finos). Ralle el jengibre una vez pelado.

  Limpie con un cepillo los champignones y los portobellos y corte en fetas no demasiados finas. Las gírgolas déjelas enteras o pártalas al medio si fueran grandes.

  Para esta preparación precisará de una wok o una sartén grande. Llévela a fuego fuerte, rocíe con aceite de girasol y una pizca de sal. Cuando caliente el aceite eche las verduras, las setas y el jengibre y saltéelos por unos minutos hasta que hayan perdido rigidez pero sigan crujientes.

  Agregue los spaghettis y saltéelos juntamente para que se asocien todos los sabores. Moje con salsa de soja y con movimientos envolventes. Deje que la salsa penetre en los spaghettis. Sirva en un plato hondo, rocíe con el aceite de sésamo en crudo y espolvoree con sésamo.